Parador de Carmona Restaurant en Carmona

Hemos echo una noche en familia hemos estado muy agusto

Muy recomendable (desafortunadamente, hay obras en la entrada). La zona de la piscina es inusualmente grande para un parador.

Lucero de Europa: Carmona. A tan solo 30 km. de Sevilla, está la ciudad de Carmona, y dominando la dilatada vega del río Corbones, se encuentra su Parador, en el recinto del Alcázar almohade del Rey Don Pedro. El Alcázar primitivo fué construido en época musulmana y fue residencia de los reyes de taifas. En el siglo XIII, bajo el mandato del rey Pedro I "El Cruel" se acometieron profundos trabajos de reforma del recinto fortificado hasta darle su actual apariencia. Según cuenta la leyenda, este suntuoso palacio llegó a convertirse en uno de los predilectos del monarca castellano. Entrando por la carretera antigua de Córdoba a Sevilla, y al llegar a la primera rotonda urbana, encontraréis la Puerta de Sevilla, y nada más atravesarla, la Oficina de Turismo. Desde aquí se puede visitar el propio Alcázar de la Puerta de Sevilla, que forma parte del recinto amurallado (hay que subir escaleras, pero las vistas merecen la pena) y te dan buena información sobre la historia y los monumentos de la ciudad.

Muy bien servicio Muy buena atención Es un lugar que tiene mucha historia y aún conserva murallas antiguas Con una buenas vista panorámica

El hotel, un antiguo palacio, es maravilloso. Sin embargo, el mobiliario y la decoración de las habitaciones necesitan una modernización. Además, el aspecto más negativo fue el desayuno. ¡Decepcionante! Poca variedad, mala calidad de los productos y un servicio pésimo.

Un emplazamiento histórico muy bonito. Las vistas no son las mejores de un parador (extensiones bastas de cereales) pero merece mucho la pena.

Precioso monumento Parador de Carmona con piscina divina !!! Habitaciones impecables, huele a limpio, sábanas suaves y colchón que invita al descanso. Especial mención para el equipo de recepción: Ricardo, amable y atento con sus explicaciones y felicitaciones al equipo de restauración: a María Mercedes Cuba, gran profesional con su simpatía y sus recomendaciones, al Metre Rafael por su excelente atención cuidando cada detalle del servicio y a Raúl por ese riquísimo postre. Gracias por vuestra acogida, volveremos ☺️

Desayunar en el Parador de Carmona fue una experiencia memorable, no solo por la comida, sino por todo el entorno. La ubicación es realmente magnífica, encaramada como un castillo en la cima de una colina, con vistas a la ciudad de Carmona. Llegar allí es toda una experiencia, recorriendo estrechos callejones bordeados de edificios históricos, iglesias y casas con encanto. El desayuno en sí estaba bueno. Había embutidos, una selección de huevos al momento, pan fresco, fruta de temporada, zumos y mucho más. Lo que realmente lo hizo especial fue el ambiente: la elegancia del lugar, las vistas y la atmósfera histórica que lo rodeaba. En resumen, la ubicación y el ambiente elevaron lo que, de otro modo, podría ser un desayuno de hotel típico a algo realmente valioso.

El servicio fue muy bueno. Aunque no es la mejor comida. Teníamos los buñuelos de berenjena, espinacas con garbanzos y el pescado de merluza. La comida era muy sosa.

Probamos varios platos para compartir, las berenjenas fritas son impresionantes, las croquetas de jamón muy buenas, el cus cus de verduras preparado de una forma original y exquisito. El personal es atento y muy eficaz.