Pabú en Madrid

Tuve la oportunidad de visitar Pabú un sábado al mediodía y la experiencia fue sencillamente excepcional. Desde la llegada, destaca un detalle muy especial: una cristalera en la primera planta que permite observar la cocina en plena acción, con el chef Coco Montes y su equipo trabajando con precisión y calma, lo que ya anticipa el nivel de la propuesta. La bienvenida por parte de la jefa de sala —su madre— fue muy profesional, acompañándonos hasta una mesa en un espacio acogedor, con la cocinaa un lado y la bodega al fondo como parte del conjunto, creando un ambiente cálido y auténtico. La cocina es un verdadero ejercicio de creatividad y equilibrio. A partir de ingredientes cotidianos, el chef consigue reinterpretarlos con técnica y sensibilidad, logrando platos armoniosos y llenos de matices. Destacaría la coliflor y maíz al estragón, los boletus edulis con berenjena ahumada, las puntillitas de la Sierra de Grazalema, o la espinaca fresca ligada con papada ibérica. Mención especial merecen los panes —focaccias y brioche—, una auténtica explosión de sabor. Para cerrar, la tabla de quesos permite una selección personalizada, seguida de unos postres a la altura del conjunto. Además, tuvieron el bonito detalle de obsequiarnos con un macaron con vela por mi cumpleaños, un gesto que habla del cuidado por el cliente. Sin duda, Pabú es una experiencia gastronómica que merece la visita y que espero repetir muy pronto.

Cocina de alto nivel. Servicio de sala eficiente, profesional y amable. Carta de vinos apabullante que puedes probar por copa en su mayoría. Todos los platos estaban muy bien ejecutados con una complejidad de matices muy bien ensamblada. Los platos de verdura son los que llevan la voz cantante y aunque comparten el concepto base resultan ser bastante distintos. Eché en falta algo más de pescado o caza en el menú de degustación.

He almorzado hoy en el restaurante PABU. Soy académico de la Real Academia de Gastronomia, por mi gran afición a la gastronomia. Esto me hace visitar con frecuencia restaurante de primera línea! Yo destacaría de PABU lo siguiente - extraordinaria cocina tanto por su originalidad como por la frescura de las materias primas, no cuenta con congeladores por lo cual todo está cocinado en el acto y cada dia diferente. Me gustaria destacar un plato a base de erizos de mar realmente unico. -primoroso servicio de sala con una jefa de sala muy activa y que lo sabe todo! -estupenda bodega. -Un ambiente superagradable. En resumen sin duda una experiencia gastronómica única, imprescindible en Madrid.

Experiencia gastronómica increíble. El chef es un verdadero genio, los sabores son realmente sorprendentes y el producto de una calidad excepcional. El maridaje merece absolutamente la pena, además de ofrecer un gran maridaje sin alcohol. ¡Volveremos sin duda!

Para mí, una de las mejores experiencias que he vivido en un restaurante. Disfrutamos del menú corto con la degustación de quesos y cada plato fue una grata sorpresa. Me gustaría ensalzar el cariño con el que se trata el producto del día y al cliente desde el primer momento. Lo recomendaría sin ninguna duda.

Visitar y degustar un menú en Pabú es toda una experiencia increíble! El mimo por los vegetales, el sabor en sus platos que es exquisito, la atención de todo el equipo y la decoración del restaurante, hacen que quieras volver sin duda! Magnífico chef Coco, nos vemos pronto!!

El servicio impecable, siguen los protocolos tradicionales de etiqueta. La comida muy pensada, con variedad de producto fresco del huerto, pequeñas piezas seleccionadas de proteína sazonadas en su medida. El postre alucinante, el soufflé esponjoso, parece espuma en lugar de bizcocho con un sabor intenso a vainilla Madagascar. La pera asada con chocolate también de diez, cocida en su punto y con el toque dulce justo, sin excederse. En general, una experiencia muy agradable y hogareña. El chef se presenta y tiene un trato muy cercano con sus clientes, con conocimientos varios en el mundo culinario. Gracias por la experiencia, volveremos.

Nos encontraron un espacio sin reserva un sábado por la noche, un ambiente privado y agradable, un servicio increíble y adaptaron el menú a mi gusto 😊, el menú cambia todos los días. ¡Disfruten!

3 estrellas por el personal, el diseño, el servicio y el ambiente. Lamentablemente, ninguno de los 8 platos me convenció. Ni siquiera el pollo de la casa y el esponjoso suflé (con un fuerte olor a huevo).

Hemos ido especialmente a Pabú después de ver un documental largo sobre el restaurante. Suelo ver bastante contenido sobre cocina y restaurantes, pero este vídeo me llamó especialmente la atención. Coco, el chef, y su madre son dos personajes tan fuertes como interesantes. La atención al cliente, la amabilidad del equipo y, sobre todo, de Coco parecían algo especial. Nuestra visita confirmó que es un lugar inusual, tanto por la atención al cliente, cuidadosa y a la vez tierna, como por los platos, buenísimos, con mezclas intensas y muy precisas de sabores. La experiencia nos ha encantado.