Osteria Bravissimo en Madrid

De primeras muy buena localización y ambiente. Y lo realmente importante, muy buena comida y servicio

Inmejorable la comida y el servicio. Un placer

El servicio es muy amable y aconsejan lo mejor

No está nada mal. Hay muchos lugares en esta calle, con terraza y precios/calidad similares. Esta es una buena opción con una buena variedad en el menú. El servicio fue un poco lento. Dos bebidas y 4 platos de tapas tardaron 1,5 horas desde que nos sentamos hasta que pagamos la cuenta. El menú tenía algunas opciones únicas... Elegimos las croquetas de curry que tenían un sabor suave... el brioche de rack de toro, las gambas con mayonesa coreana y las alcochofas (que venían con una salsa deliciosa). Volveríamos, pero probablemente probaremos otro lugar cercano antes de hacerlo. No es increíble, pero está muy bien.

Pedimos el menú del día y la comida está muy buena. Ángel nos atendió muy bien y nos sugirió la torrija con helado... Fue la guinda del pastel. Volveremos

Nos ha encantado todo, tanto el servicio de parte de Bryan que nos ha tratado súper bien, como la comida, espectaculares🙌🏽 además de una decoración increíble!! Volveremos sin duda!

Comida muy rica con combinaciones de sabores originales y siempre cuidando al detalle la presentación de los plato. Ambiente acogedor y con mucho gusto y personal muy profesional, en especial gracias a Brian por su atención. Relación calidad/precio razonable.

Muy buen ambiente personal agradable sobretodo la camarera Marta y la comida rica

Estando en Madrid en pleno agosto, hemos podido viajar por todo un mundo gastronómico con la visita a Osteria Bravissimo. Una Carta que cuenta historias, y que invita a los comensales a explorar el mundo a través de sus platos. Un legado heredado de la “Nonna”, tía de Lapo Canale, uno de los socios fundadores, cuya afición a viajar la llevó a “coleccionar” recetas e ingredientes de cada país que visitaba, y que luego fusionaba con lo mejor de la tradición culinaria italiana. Cada propuesta se inspira en un viaje, un recuerdo, una historia… Cada plato es una reinterpretación moderna de recetas clásicas, enriquecida por el toque personal del nuevo jefe de cocina, Miguel Ángel Mateos. Una grata y original experiencia, que nos presentan en sala Harold y Ángel. El acceso al “código QR” de la carta es comestible. Una oblea impresa y personalizada, que inicia el primer paso hacia el recorrido del viaje gastronómico: Por orden: “Check-in” • Humus de garbanzos y remolacha. “Puerta de embarque”: • Taco de osobucco con emulsión de chipotle,cebolla encurtida y parmesano rallado. “Volando” • Lasagna a la Donostiarra • Pulpito entero a la brasa, sobre revolcona de salame picante y bizcocho de paprika. “Aterrizando” • Torrija Caramelizada. • Café con Hielo. Vino: Señorío de Bocos Roble. D.O. Ribera del Duero. Todo sobresaliente. Una relación calidad/precio excelente con gran profesionalidad y servicio. Volveremos a probar nuevos platos, que nos hemos quedado con ganas….

Un agradable local con una peculiar y exclusiva decoracion. El servicio amable, muy educado y profesional. Croquetas muy buenas, taco de osobuco delicioso y una "rara" pero exquisita lasaña de langostinos con burrata. El solomillo tierno, jugoso y en su punto. No se pueden perder la tarta de queso, extraordinaria!!! Una bodega un poco corta con referencias "atipicas" pero satisface las necesidades de cualquiera. Un buena relacion calidad precio.