OSA en Madrid

Lugar muy tranquilo, en zona accesible, trato exquisito comida A1 buenos sabores y muy cuidado cada detalle, el personal es MUY atento los platos bien presentados los sabores increíbles, lo recomiendo mucho, volveré indiscutiblemente. Muchas gracias por vuestra atención.

El mejor restaurante que se puede disfrutar en Madrid ❤️

Experiencia espectacular. Es un restaurante pequeño pero cuidando todos los detalles, sencillo. Menú degustación de 10. Productos de la tierra llevados a la alta cocina, si pides el menú con Maridaje es espectacular. Cada plato está elaborado con mimo para que el cliente pueda saborear acompañado de una variedad de vinos a cada plato que le dan un toque al paladar. El servicio espectacular, Leticia atenta, dulce y una profesional al igual que Aitor que fueron los que atendieron nuestra mesa. FELICIDADES

Tuvimos la cena más increíble, conmovedora e inspiradora en OSA este fin de semana, haciendo el viaje a Madrid desde Portugal con un solo objetivo: vivir la magia que está sucediendo en OSA. Al pasar por la puerta de una antigua villa española bellamente restaurada, somos recibidos con una cálida bienvenida y la oferta de aperitivos en el patio iluminado con velas; de inmediato nos sentimos como si estuviéramos llegando a la casa de un amigo para una velada especial. Mirando a nuestro alrededor, el entorno es la combinación perfecta de elegancia clásica y refinamiento moderno con muebles y acabados de diseño. Nos sentamos con la vista a través de una ventana abierta hacia la cocina, un vistazo de lo que vendrá. Después de tomar unas copas, nos llevan a nuestra mesa, pasamos lo que ahora podemos ver es una cocina (¡increíble!) y nos saludan los chefs, Sara y Jorge. Nos conducen al comedor del antiguo invernadero, con mesas grandes con mucho espacio y privacidad. Comienza la fiesta. Al abrir nuestro menú decorado con dibujos pintados a mano, nos sentimos atraídos por un menú de degustación verdaderamente excepcional centrado en productos locales y de temporada de la Península Ibérica. Cada plato se siente como una celebración de la tierra y el mar, ya sean mariscos silvestres, vegetales frescos de granja o cortes caseros de carnes ibéricas locales. La composición de los platos es aparentemente simple y sencilla, pero los sabores son vibrantes, casi nostálgicos a veces y cuidadosamente combinados. La dedicación del chef a utilizar los mejores ingredientes regionales garantiza una frescura y autenticidad que eleva cada bocado y los puntos de cocción no se parecen a ningún otro restaurante en el que hayamos comido, cada ingrediente cocinado para ser absoluto, tierno, derretido en la boca, crujiente al dente, perfección nítida. Desde sabores sutiles hasta platos principales que explotan con notas ricas y terrosas, OSA muestra lo mejor del patrimonio culinario de Iberia de manera creativa e inventiva. El menú evoluciona con las estaciones y ofrece algo nuevo y emocionante en cada visita. Una mención obligada es el servicio y el increíble equipo de OSA que lo hacen funcionar. Cada miembro del equipo es inmediatamente amable y atento, con el profesionalismo experto y la consideración de cualquier restaurante con estrella Michelin. Cada uno de ellos nos guía a través de cada plato con cuidado y pasión, ofreciendo información sobre la procedencia de los ingredientes y la inspiración detrás de los platos. Los maridajes de vinos del nuevo recluta, Alex, fueron excepcionales y nos encantó su energía, así como la jefa de camarera (¡perdónanos porque su nombre se nos escapa!). Ella está muy bien informada y dispuesta a brindarnos detalles adicionales y tiempo para mostrarnos a los fumadores y la bodega de vinos después de la cena. El equipo que los rodea es increíblemente discreto y está bien coreografiado, todo parecía ser parte de un baile bien ensayado. OSA es un destino para aquellos que aprecian la cocina refinada y técnica, pero verdaderamente sencilla y sólida (en mi opinión, el futuro de este tipo de cena) dirigida por algunos de los mejores ingredientes del mundo que se encuentran aquí en España en un ambiente íntimo y bellamente elaborado. Es el tipo de lugar que nos ha dejado una impresión duradera y que recordaremos, no solo por su comida sino por su capacidad de hacerte sentir parte de algo realmente especial. Es una pena que no existan 10 estrellas en Google, pero seguro que Michelin otorgará más a esta joya que quita el aliento. ¡Bravo! emma + david

Un restaurante con nombre poco atractivo, por mas que algún critico vea un guiño al escudo de Madrid. Situado en un barrio fuera de las zonas habituales. Además los aficionados a la fotografía gastronómica se sentirán algo frustrados si esperan colorido fuerte y trampantojos. La vajilla es neutra y los platos tienen el color de lo cocinado. OSA se concentra en que se disfruten los sabores, que se nota que se han conseguido con mucho trabajo y dedicación. Se empieza con embutidos, propios y de inspiración variada, catalana, vasca,francesa y los patés muy buenos. Los pescados para mi son la cumbre del menú, tanto bocartes como salmonete. A no olvidar tampoco la anguila y el chicharro. En cambio en el mar y montaña (vieira) la montaña tapa algo el mar. Original la alita de gallo y muy bueno el lomo de corzo con consomé al armañac. Postres acordes, muy bueno el lácteo. Vinos seleccionados muy bien, manteniendo un coste comedido. Pero sobre todo servicio impecable, amable sin agobiar, manteniendo una precisión en la llegada de platos al segundo, lo que no se encuentra fácilmente ni en los mas acreditados restaurantes, que con facilidad descuidan este aspecto, siempre importante, pero que en un menú con muchos pases es especialmente relevante.

Simplemente brutal en todo ,en sus platos , su imaginación , sus sabores tomamos el menú largo merecidisima estrella y seguro que habrá más Hay que ir a descubrir sus platos La carta de vinos muy extensa y quizás para neófitos difícil de elegir porque la mayoría de los vinos son desconocidos

Cuando uno entra por esa discreta puerta verde donde se puede ver el nombre OSA no puede imaginar lo que se va a encontrar allí dentro. Es una experiencia gastronómica única, casi indescriptible porque uno va a vivir allí la explosión de todos los sentidos de forma extraordinaria. Ese menú largo con su maridaje exclusivo es superlativo. El personal te transmite su pasión por los platos y sus correspondientes vinos (Bollinger, Elsplans...), champagne y esa sorpresa cervecera que nos catapultó en medio del menú. El servicio es excepcional (con un sumillier extraordinario) y lo único que hay que hacer es dejarse llevar por los sabores que explotan en nuestra boca en cada uno de los pasos del menú. Endivia, bocarte, pequeñas zanahorias, molleja, foie...junto con unas salsas que te sorprenden plato a plato son ejemplos de esta Alta cocina. Gracias por hacernos disfrutar del placer del Arte culinario que hemos compartido con todo el equipo de OSA.

Excelente ! Sin platos elaborados complejos, sino totalmente centrados en los ingredientes y sabores.

Restaurante sofisticado y elegante a orillas del Río Manzanares de Madrid, pero cerca del centro. Personal atento, rápido y profesional. Pedimos el menú corto y fue todo un acierto. Cada plato con un sabor único, sin tener la sensación de que al final todos eran muy parecidos (como suele pasar en otros). Productos de absoluta calidad, cantidades adecuadas y sabores de esos que se graban en la memoria por lo ricos que estaban. Destacaría el salmonete, el foie, los champiñones botón y los dos primeros postres (el de cerezas y el lácteo). Recomendaría probar también alguno de sus cafés internacionales. Cuenta con una estrella Michelin, pero, a mi parecer merecería dos. El ambiente es muy agradable y es toda una experiencia el comer allí!!! Muy muy contenta

Magnífico restaurante de alta cocina. Todos los platos son de una elaboración exquisita. Tomamos el menú corto y para cenar nos resultó suficiente. Destacamos el samonete y la endivia con garum. El servicio excelente. El restaurante nos encantó.