Orixe en Santiago de Compostela

Contratamos la cena de Fin de Año, desde Formentera, por la recomendación de una persona del Hotel Exe y no defraudó. Fue una cena de gala para todo el comedor. Muy bien organizado y con personal profesional y super atentos. La cena exquisita, acompañada de una bodega excelente. El personal muy amable, especialmente Martin, que estuvo pendiente de que todo saliera bien durante toda la noche y de nosotros, hasta el punto de acompañarnos personalmente al hotel en su coche, ante la imposibilidad de no enviaran ningún taxi. Si volvemos a Santiago, volveremos al restaurante, que ofrece una carta muy interesante y la cocina es espectacular. Gracias Martin y Feliz Año para todo el personal. Un abrazo.

Excelente atención y la recomendación del menú perfecta. Una carrillera que está entre las mejores que probé. No desvelo la preparación porque merece la pena ir, probar y sorprenderse. Muy buenos los postres. Únicamente me dejó un poco indiferente los mejillones en vinagreta blanca. No por la calidad, que era excelente, sino porque no me sorprendió.

Pasamos un rato muy agradable, comida correcta, ambiente acogedor. Sobre todo destacar la atención de Conchi, amable y atenta. Si os gusta el queso, tenéis que probar la tarta de queso azul.

Gran servicio desde la entrada hasta la finalización. Fui con mi padre y tuvimos tan buena experiencia que empezamos y terminamos nuestro viaje por Galicia en este restaurante (de tamaño compacto, pero con gran hospitalidad y comida). Recomiendo reservar mesa con antelación.

Local muy recomendable, tanto por el ambiente como por el servicio (ellos son muy majos y han sido muy pacientes con un par de comensales que han llegado tarde) y la comida muy rica (y raciones abundantes).. Todo fenomenal!!

Menú del día increíblemente bueno Fuimos a comer una amiga y yo y descubrimos que ahora tienen un menú de la plaza súper bien de precio y con unos platos espectaculares. Compartimos todo tanto los primeros como los segundos para poder proba todos los platos. De primero nos pusieron un tartar de salmón con mango (increíble de bueno) y callos a la gallega (súper cremosos y tiernos) y de segundo probamos la merluza en su versión a la gallega (estaba demasiado buena) y entrecot de ternera muy tierno y muy buen tamaño. El postre mi amiga tomo filloa rellena de manzana asada (le encanto) y yo al no poder tomar gluten tome el riquísimo helado de mandarina. Desde luego el mejor menú De Santiago de Compostela, repetiremos sin dudarlo!!

Fuimos a comer unos amigos el miércoles pasado recomendados por una persona De Santiago. Cuando llegamos fueron muy amables y nos explicaron todo. Decidimos escoger el menú del día que me parece que costaba 17€. Estaba todo increíble de bueno y las raciones eran contundentes. La verdad que fue muy buena recomendación.

Buena opción con varios entrantes, además de segundos de carne y pescado. Platos sobre todo los segundos muy ricos, con una presentación muy interesante. Nos encantó la ternera Fazula de terneira con cremoso,, también muy rico el solomillo y la corvina, en todos los casos raciones bastante completas. En cuanto a los postres nos encantó la tarta de queso azul...,lugar muy agradable.

Fuimos a cenar, un sitio muy agradable y la comida muy rica, pedimos volandeiras, pulpo brasa, langostinos picantes y de postre brownie y filloas, francamente todo muy bueno, sin duda muy recomendable

Recomiendo este restaurante pero con RETICENCIAS. Primero LO BUENO: excepcional producto, buena presentación de los platos y bien de sabor. Las croquetas exquisitas, las ostras enormes y los postres muy ricos. LO MALO: Llegamos a las 14:05 ( la reserva era para las 14:00 -aún conservo el sms- y a ellos les salía a las 13:30 y ya nos la habían cancelado). La atención del metre, sin ser mala, demasiado aséptica, ídem para el resto de camareros, más pendientes de otras mesas que de la nuestra. Las raciones de los platos principales muy escasas para el precio que tienen -en mi plato había más aceite y patatas que rape-. Ambiente y comodidad del local nefasto. El establecimiento es muy ruidoso y pequeño y levantarte para ir al baño toda una odisea. La música ambiente de gaitas (entiendo que es un local que homenajea lo gallego) muy alta y tan reiterativa que se te mete en la cabeza y molesta. 47€ la cuenta sin vino y con el tamaño de los platos me parece algo excesivo.