O Meu Lar en Barcelona

Una calidad apabullante a un precio módico, los postres todos caseros buenísimos, el personal muy atento. Sin Duda repetiré

De los mejores gallegos de la ciudad! Siempre muy bueno.

Muy buena atención, el jefe es un gran anfitrión que te trata y sirve espectacular. Calidad superior en cada uno de sus platos.

De los pocos restaurantes Gallegos auténticos que quedan. Es una maravilla de restaurante, altamente recomendable. Los platos son un auténtico espectáculo. Desde la "simpleza" de un muslo de pollo hasta un buen chuletón o una buena pieza de pescado. Todo está cocinado con mucho cariño, el sabor lo dice todo y la frescura hace ver a los comensales la calidad del producto. Hago especial mención, como amante de las croquetas caseras, a las croquetas de tinta de calamar. Eso es, !"pa llorar" de lo buenas que están!. Que cosa más rica. Los postres son otra auténtica maravilla, no sabría cuál elegir. Sin duda, las flautitas pero siempre las acompañaría de otro postre más y el cafelito. Tienen muy buenos vinos y son muy buenos consejeros, no duden en preguntarles lo que sea, ¡dan en el clavo siempre!. El dueño, Antonio, es encantador, y su hijo igual, la verdad es que todos ellos. El personal que tiene es encantador, atento, alegre, educado... Una vez que se va, se va uno con la sensación de,¿reservamos ya mesa para la próxima por si no hay?. La relación calidad precio es muy buena. Cuando se paga calidad, se paga a gusto. Lo bueno es q no te sientes engañado, algo que en Barcelona pasa muy a menudo. En este restaurante, eso no pasa. Enhorabuena por el trabajo bien hecho, el tiempo bien invertido, todo el esfuerzo, todo lo empleado, porque gracias a vosotros, nosotros podemos disfrutar de unos bocados tan esquistos. Gracias de corazón y, ¡a seguir cumpliendo años!.

Impresionante restaurante. Comida de excelente calidad y en raciones muy generosas a precios muy correctos. Todo lo que pidas estará bueno. Recomiendo el cochinillo, el chuletón, el entrecot, el lacón, el pulpo, los calamares andaluza, los postres en general, bueno... casi todo la verdad... El dueño, Antonio, y su hijo Santi, unos fenómenos, te hacen sentir en casa. Una maravilla de sitio.

Si sueñas con un lugar donde los personajes vayan a comer como un dios gallego este es el mejor restaurante. Cocina tradicional, carne gallega a la brasa de excelente calidad, el mesonero es el alma del lugar, aunque habla diferentes idiomas es capaz de agasajar y entretener. ¡Vale la pena el viaje incluso si estás al otro lado de la ciudad!

Restaurante gallego todo muy bueno es producto traído de Galicia.Recomiendo los calamares, zamburiñas al horno ,gambas y un pulpo gallego buenísimo también muy ricas las coquetas de tinta de chipirones y por supuesto las carnes.

Buenísima relación calidad precio con un servicio muy atento.

Si te gusta la carne, pide el trozo de 1kg de ternera rubia gallega, pero todo lo demás está bien. No hay música.

Proprietário muito simpático, sabe recomendar a comida e explicar as várias opções disponíveis. O restaurante familiar A carne é excecional e o preço é muito justo Ambiente local