Nuevo Casino De Baeza en Baeza

Hemos ido a la cafetería y la amabilidad y cercanía del personal ha sido increíble, haciendo que estuviéramos cómodos desde el primer momento.Totalmente recomendable y lo tenemos pendiente para volver pero para comer.

Un lujazo comer en un palacio renacentista. El servicio muy atento y profesional. La comida muy rica y abundante. Muy recomendable.

Raciones abundantes y bien de precio

Un lugar sin duda donde pararse y disfrutar de todo el encanto del sitio y de su gente, personal de 10! Jose, Sonia y Marian excelentes personas y camareros. Diego el cocinero riquísimo todo lo que hemos probado!!! Un sitio para repetir!

El aire acondicionado no se notaba mucho. El local muy grande y el aire no tiraba mucho. Edificio muy bonito . La comida de 10

Bonito sitio, no puedo opinar de la comida porque sólo estuve tomando algo, bien atendido y un sitio bonito, eso sí frecuentado por gente mayor casi podría decirse que parece un lugar de encuentro para jubilados.

El precio de menú en semana es 14€ pero la calidad de la comida no es buena. Los macarrones boloñesa están muy hechos, el solomillo nada en aceite, el lomo tiene salsa de sobre... por cambio la atención es muy buena.

Nos tomamos una cerveza el trato fue muy bueno

Perneciente dicho palacio-fortaleza a Lope Sánchez de Valenzuela, caballero de Santiago y Gobernador de Canarias y Doña Isabel de Cerón. Pasa a manos de los condes de Gavia en el siglo XVII. Más tarde se convirtió en Convento de monjas mínimas de San Francisco de Paula, de esta congregación se conserva un azulejo en el patio. Su fachada queda flanqueada por dos torres que sobresalen, son las que le confieren un aspecto de fortaleza, queda rematada con una cornisa moldurada. En el siglo XIX, la sus vamos fueron transformados por arcos de tipo escarzano. El sobrio claustro del siglo XVI, presenta doble galería con arcos de medio punto. En su parte baja sus arcos se colocan sobre pilares cuadrados de esquinas achaflanadas y en la zona alta, sus columnas son octogonales. En las enjutas de los arcos de esta zona superior podemos ver los escudos del linaje de los Valenzuela y Cerón, a los que se suman elementos geométricos. Su escalera tiene un doble arco de medio punto moldurado que sirve como acceso. La barandilla de piedra está decorada con motivos geométricos.

Es un establecimiento de excelente relación calidad precio; desde luego no es un estrella michelín, y en condiciones normales le hubiera puesto 4 o 3 estrellas, pero antes de ir, vi unos comentarios demoledores y he decidido enmendarlos en lo que puedo. Cuando en un local local, valga la redundancia, acoges a un autobús de turistas, a saber 50 pax, y te sale rana la cosa, por lo que sea (mal día del camarero, del cocinero o del proveedor), es de esperar una baja puntuación, pero no 50 puntuaciones. Si todos los del grupo se ponen de acuerdo, suponen la mitad de los comentarios que el modesto local puede acumular en un lustro. No es justo. Por el contrario, el sitio es encantador, entre histórico, castizo pero ochentero, un punto decadente. El trato inmejorable. La comida familiar aunque desigual, platos maravillosos, que se quedan en la memoria y otros de menú de carretera, pero todos decentes. El servicio, pues eso, de bar de pueblo, servilletas de papel y platos duralex algo más modernos. Y no esperéis una carta de espirituosos decente, pero... aún así encantador, y con precios acordes a lo que ofrece. El local aprovecha lo que debería de ser la cantina de un antiguo casino de pueblo, con vistas a través de una vidriera hacia el patio de un palacio renacentista, con un pequeño escenario, y mesas en él. Pagaría entrada por tomarme un par de vinos escuchando a la Danserye tocando música española renacentista. Y en invierno una auténtica chimenea funcional... me pido la mesa de al lado.