14/04/2025: Kata.4, San Sebastián: Un festín de memorias y excelencia contemporánea:
En el corazón de San Sebastián, donde el Atlántico murmura secretos a los cocineros y la tradición se cuece a fuego lento, descubrí una joya culinaria que merece más que una mención: Kata.4. Este restaurante no solo honra el linaje vasco del buen comer, sino que lo reinterpreta con elegancia, técnica y una sensibilidad que emociona.
La experiencia comenzó con unas croquetas de jamón y de boletus que son pura poesía empanada. Las primeras, de sabor profundo, recordaban a los guisos de siempre; las segundas, con ese aroma terroso del bosque húmedo, eran un bocado otoñal que acariciaba el alma. Ambas, cremosas en su interior y crujientes en su envoltorio, marcaron un arranque memorable.
Siguió un changurro que no se limitó a estar “bien hecho”, sino que fue directamente un himno al mar. Potente, refinado, sin disfrazar al bicho; un homenaje al producto y al saber hacer.
Luego llegó un dúo de bacalao que merecería un altar: al pilpil y en salsa verde. El primero danzaba sobre su emulsión con una untuosidad casi provocadora; el segundo, más sobrio, reverenciaba las hierbas frescas y el matiz salino del caldo. Ambos, ejemplos del respeto por la tradición bien entendida.
El solomillo poco hecho estaba en su punto ideal de cocción, aunque —y es lo único que empañó apenas el conjunto— habría agradecido un toque más de temperatura al servicio. No obstante, la demi-glace casera que lo acompañaba elevó el plato a alturas gloriosas: intensa, sedosa, de esas que uno imagina reducidas durante horas hasta alcanzar la perfección.
Y como colofón, la torrija… Ah, la torrija. No era un postre, era un regreso. A la infancia, a la cocina de mi abuela, a esas sobremesas donde la canela flotaba en el aire como un recuerdo cálido. Perfectamente caramelizada, con un interior casi de natilla y un aroma que abrazaba el alma. Una despedida dulce, sincera, inolvidable.
Hago mención especial al servicio "impecable y muy profesional".
04/04/2025: Vamos casi todos los viernes a comer el menú. ¡Buena calidad precio y buen trato!