Morrysom en Barcelona

Este lugar es asombroso. Ojalá hubiera ido allí antes para saber visitarlo una y otra vez durante mi estancia de cinco días en Barcelona. Un ambiente encantador, un personal amable y tapas deliciosas que no son demasiado complicadas, simplemente llenas de sabor. No puedo esperar a volver y compartir este lugar con mis amigos.

Tiene un ambiente relajado como un restaurante de barrio. El dueño es muy amable y despreocupado. Comimos las patatas brabas, la bomba y el pulpo el primer día y estaban buenísimos. Dijo que Pallea está disponible al día siguiente, así que volvimos. Pedimos croquetas y 6 gambas con Pallea y ¡estuvieron todas riquísimas!

Un clásico para tapear. Bar con el aroma de barrio y de toda la vida. Buenas tapas. Hacen menú. Nosotros tapeamos. Bombas, oreja, tortilla patatas, ensaladilla rusa y chipirones. De postre tarta queso y helados. Todo muy bueno y a buen precio

Un bar antiguo con una terraza bastante fea pero he de decir que hace años que no veía un bocadillo tan lleno de fuet!

Buen bar familiar y de barrio de toda la vida para tapear o comer buenos platos tradicionales. Buena relación calidad/cantidad/precio. Está bien para comer menú también.

Uno de los mejores restaurantes que he probado en Barcelona, ​​conservando la esencia de la cocina tradicional española. Desde el servicio hasta el medio ambiente, todo refleja la autenticidad local. Empecé pidiendo la clásica tortilla de patatas, que estaba increíble. Sólo recomendaría pedir que lo calienten, ya que puede estar un poco frío. Otro plato típico que probé fue La Bomba, una bola de masa de papa rellena de carne, servida con una salsa ligeramente picante, perfecta para quienes gustan de sabores más intensos, pero quizás no ideal para quienes evitan la pimienta. También destacan las croquetas de pollo, crujientes por fuera y cremosas por dentro, fueron uno de los platos fuertes de la comida. Para beber pedí sangría, que estaba espectacular. Vale la pena realizar el pedido. Originalmente iba a pedir un plato que no contenía camarones, pero el caldo de cocción contenía crustáceos. Al enterarse de mi alergia, el personal del restaurante fue extremadamente atento y me ayudó a encontrar otras opciones seguras, asegurándome una experiencia placentera y sin preocupaciones.

¡Cerca de Casa Milá! Me recomendaron mi restaurante favorito, Miyako Takayama, así que fui allí. Tenía una excelente relación calidad-precio y ¡estaba realmente delicioso! Pimientos shishito fritos, sardinas pequeñas fritas, ajillo de camarones y cerveza española ♩ Sin embargo, al personal le costó comunicarse conmigo en inglés, así que cuando miré el menú y no entendí lo que estaba buscando, Tuve que mostrarles fotos. ¡Sentí que podía hacer mi pedido! (En otras palabras. No es un gran problema ♩)

Recomiendo reservar. La atención es muy buena. Un bar como los de antes.

Menú barato y muy sencillo pero bueno.

Tapas y desayunos de tenedor. Un clásico.