Montmartre 1889 en Madrid

Mi estancia en el Hotel Palacio de los Duques de Madrid fue, sencillamente, excepcional. Desde el primer momento, el ambiente elegante del hotel y su impecable atención al detalle hicieron que cada día resultara especial. Lo que realmente marcó la diferencia durante mi estancia fue el impecable servicio de conserjería. Quiero destacar especialmente a Lucas, Head Concierge, cuyo profesionalismo y trato cercano marcaron la diferencia. Su capacidad para anticiparse a las necesidades del huésped, ofrecer recomendaciones personalizadas y resolver cualquier petición con eficacia y una sonrisa es verdaderamente admirable. Lucas personifica lo que significa la hospitalidad de lujo. También merece una mención especial Paula, por su amabilidad, disposición y calidez. Su atención y dedicación aportan un toque humano único que complementa perfectamente la excelencia del hotel. Además, al hospedarme durante el puente de diciembre, tuve la suerte de disfrutar de la decoración navideña, que fue simplemente espectacular. Cada rincón estaba cuidado con un gusto exquisito, creando un ambiente mágico y acogedor que hacía que uno se sintiera realmente inmerso en el espíritu navideño. Como complemento perfecto, los conciertos de gospel organizados dentro del hotel fueron una experiencia totalmente destacable. Sin duda, un hotel excepcional con un equipo aún más excepcional. Volveré encantado en un futuro próximo, espero ;)

Desde el check-in hasta el check-out, ¡este hotel es excepcional en todos los sentidos! El personal es servicial y atento en todo momento. Nuestra habitación era espaciosa y estaba bien equipada con todo lo necesario, desde una cama excelente para dormir hasta un escritorio y una silla para escribir o ponerse al día con el trabajo. El baño tenía artículos de aseo de alta gama en abundancia. Hay muchos enchufes para enchufar o cargar dispositivos electrónicos, ubicados en lugares convenientes de la habitación. La habitación también era muy tranquila, sin ruidos de la calle ni del pasillo, lo que facilitaba dormir y relajarse. Está cerca de importantes atracciones culturales, como el Teatro Real, el Palacio Real, la Puerta del Sol y la Plaza Mayor. Recomiendo encarecidamente la experiencia "nivel rojo" porque el salón, que incluye desayuno, aperitivos y bebidas, es un buffet de deliciosas delicias y bebidas para satisfacer tus antojos. Me alojaré aquí en mi próxima visita a Madrid.

Un lugar para soñar,es un antiguo palacio , precioso y muy bien situado , preciosa decoración Navidad,no quería salir del hotel, gracias Cristina por la bienvenida tan amable y profesional,lo más importante es como el personal te hace sentir , ellos son el alma del Palacio, gracias a todos y a Cristina en especial,volveremos

Un check-in increíble en el nivel Red con Delfina. ¡Qué embajadora de los Hoteles Meliá! Su profesionalismo y pasión por su trabajo son de los mejores que hemos experimentado en hoteles de 5 estrellas en nuestros años de viajes por todo el mundo.

La atención del personal fue increíble, la comida y las bebidas deliciosas. Excelentes vistas desde la azotea. Le quito una estrella porque al regresar una noche encontramos la puerta de la habitación abierta de par en par y sin personal a la vista.

Me alojé aquí en marzo. El hotel es acogedor y está decorado con mucho gusto, además de estar en pleno centro. Las habitaciones son algo pequeñas, pero el servicio es uno de los puntos fuertes del hotel. El brunch fue espectacular, sobre todo la estación de corte de jamón ibérico.

Quiero destacar el excelente trato que recibimos por parte de Alejandra, la host del hotel, cuando llegamos para tomar un café. Desde el primer momento nos recibió con una amabilidad excepcional y nos hizo sentir realmente bienvenidos. Íbamos acompañados de nuestra perrita y el gesto de ofrecerle agua de inmediato nos pareció encantador. Ese detalle, junto con su cercanía y atención, convirtió una simple pausa para un café en una experiencia muy personal e increíble. Alejandra demostró una sensibilidad y profesionalidad que marcan la diferencia. Gracias a ella, nos llevamos una impresión maravillosa del lugar y sin duda volveremos. Totalmente recomendable por su trato humano y su excelente atención.

El hotel es elegante. Nos sentimos mimados y atendidos de maravilla. El personal fue muy atento. El desayuno buffet fue el mejor de los tres hoteles en los que nos alojamos durante nuestra estancia en España. Está a un paso de la estación de tren de la Ópera, ¡que está a solo 15 minutos de todo! No queríamos irnos.

Excelente servicio. Los baños necesitan bidés modernos y mucho mejores.

Mi marido y yo pasamos una semana en el Palacio de los Duques en nuestro primer viaje a Madrid. Podemos decir con sinceridad que es el mejor hotel en el que nos hemos alojado. La ubicación es perfecta para ver el centro de la ciudad y visitar todas las atracciones más famosas de Madrid. El servicio del hotel es de primera clase. Sofía, de recepción, nos dio una bienvenida maravillosa. Paula, de conserjería, hizo todas nuestras reservas y nos dio excelentes recomendaciones para cenar y disfrutar de un espectáculo de flamenco increíble. Camilla, en la terraza de la azotea, siempre fue amable y acogedora. Todo el personal del hotel se esforzó para que nuestra estancia fuera maravillosa, y agradecemos mucho su esfuerzo. Recomendamos encarecidamente este hotel para su próxima visita a Madrid.