Mina en Bilbao

El restaurante Mina en Bilbao es una de las mejores experiencias gastronómicas que he tenido. Solo ofrecen menús degustación de 10 o 14 platos. Elegí el de 14 platos y fue magnífico de principio a fin. Cada plato no es una simple combinación inusual por el simple hecho de ser novedoso, sino una composición verdaderamente auténtica, armoniosa, deliciosa y única. Todo estaba increíblemente fresco y delicioso, pero los platos que más me impresionaron fueron: - espaguetis de calabacín, - dorada, - sopa de changurro (centollo), - bonito, - cebolla morada con caviar negro, - postre con helado de Tamarindo. Los postres son de cuento de hadas, lo digo como alguien a quien no le gustan demasiado. De los más interesantes y deliciosos que probamos en el País Vasco. Después de los postres, el restaurante nos ofreció unos postrecitos, entre ellos canelli. Los mejores que he probado en mi vida. También fue muy agradable recibir un postre de cortesía en honor a mi cumpleaños; fue un gesto sincero y cálido. El personal es increíblemente atento y cariñoso. Todo el espacio del restaurante invita a disfrutar del proceso. Aquí cada euro está justificado. Lo recomiendo sin reservas. Asegúrate de reservar con antelación; Mina merece tu tiempo y atención.

El mejor restaurante de nuestra visita al País Vasco

Tuvimos un menú degustación de 10 platos con maridaje. Fue maravilloso. Todos los vinos eran españoles, con diferentes variedades, tanto tintos como blancos, de diferentes regiones de España, que complementaban a la perfección cada plato. Los platos estrella son demasiado numerosos para mencionarlos, pero cabe destacar la cebolla morada y el estofado de pato. El servicio fue excelente, sirviendo un plato tras otro con rapidez, y con una útil descripción de cada plato y el maridaje, a cargo del jefe de casa, Unotx (?) y la sumiller, Camilla, ambos encantadores. Felicitaciones al chef por un menú degustación delicioso e imaginativo.

¡Una experiencia inolvidable! Elegimos el menú degustación de 10 platos que se sirve en la barra, y fue un descubrimiento constante de sabores, técnica y creatividad. Cada plato, elaborado meticulosamente, contaba una historia. Maridamos todo con excelentes vinos locales y valencianos, seleccionados con maestría y pasión. La cocina abierta le da un toque único: ver a los chefs trabajar es un verdadero espectáculo. El personal es sumamente competente, profesional y atento, lo que hace la experiencia aún más placentera. Mina es mucho más que un restaurante; es una experiencia gastronómica que recomiendo a cualquiera que visite Bilbao. ¡Enhorabuena a todo el equipo!

Fuimos este pasado miércoles con un bono de regalo de nuestros hijos. Lo primero que tengo que apuntar es que teníamos la reserva para las 14 h. Llegamos a la puerta a las 13,50 y estaba cerrado. Llamamos a la puerta pero nadie abrió. ¿ ? Justo cuando dieron las 2 en la iglesia de enfrente abrieron la puerta. Es la primera vez que nos pasa esto. Sobre el menú degustación de los 14 platos nos parecieron originales pero sin destacar nada. Para mi gusto platos muy elaborados pero ninguno se ha quedado en mi memoria como especial. 14 servicios con el correspondiente cambio de cubiertos y esperas correspondientes, se hace un poco pesado. Adjunto unas fotos del menú y de algunos de los platos. No tienen carta, solamente menú degustación.

Una experiencia fantástica. El personal fue encantador y hablaba inglés para guiarnos durante la velada. Tuvimos una conversación encantadora con el chef al final de la noche. ¡Las mollejas estaban excepcionales!

La comida genial pero lo mejor el servicio y el trato. Una de nosotras se encontraba mal y tuvo que marcharse de la comida a mitad del menú. Además de preocuparse y preguntarnos por ella, tuvieron el detalle de descontar la totalidad del coste de su menú. Nos fuimos encantadas.

Comida excelente, empañada por graves problemas de servicio. Nos preguntaron con antelación sobre las restricciones dietéticas. Uno de nuestro grupo tenía una alergia grave. Recibimos confirmación por correo electrónico de que se había notado. Lo comprobaron al entrar al restaurante. El personal lo ignoró por completo y nos sirvieron no uno, sino dos platos que podrían haber tenido graves consecuencias para uno de los nuestros. Solo pudimos evitar que los consumiéramos porque captamos algo que dijo el camarero. Tras el primer problema, solicité una confirmación categórica sobre los platos restantes. Increíblemente, nos sirvieron otro plato con el alérgeno que, de nuevo, detectamos por casualidad. Esto es inaceptable en cualquier nivel de servicio y protocolo de restaurante.

una comida con sentido y sabor, un trato superior, un precio acorde con lo comido, recomendable cien por cien, volvere a repetirlo sin ninguna duda

La verdad que es la primera vez que visito un restaurante Michelin e iba un poco como que no era un sitio para mí, aparte de no ser un experto en este tipo de cocina y a veces crítico con ella. Pero la experiencia ha sido simplemente una maravilla. No había ni un sabor igual al otro, una degustación de 14 platos con varias sorpresas extra. Bien preparado por un equipo maravilloso y que nos han tratado de maravilla. Nos hemos ido encantados, y si ya tenemos en cuenta que era un regalo, pues que más se puede pedir. Pero muy recomendable de verdad. La sopa de txangurro con el huevo, el royal de cebolla de Zalla y los callos de bacalao una delicia. Eskerrik asko.