Mesón el Águila en Madrid

Buenas comidas, el personal es rápido y buen trato. El único pero es que huele a cocina y eso se nota en la ropa.

Mesón El Águila – Sabor castellano en el corazón de Madrid En el distrito de Vicálvaro, se encuentra Mesón El Águila, un restaurante de referencia para los amantes de la cocina tradicional castellana. Fundado en 1965, este mesón ha sido un lugar donde los sabores auténticos de la región se han mantenido intactos a lo largo de los años. Su ambiente rústico y acogedor, con decoración que evoca a las antiguas tabernas de Castilla, invita a disfrutar de una comida relajada en buena compañía. Entre sus especialidades, destacan los caracoles al mesón, que son un auténtico clásico de la casa, y los callos a la madrileña, una receta típica de la región. Para los amantes de la carne, el chuletón de buey es una de las opciones más aclamadas, al igual que la paletilla de lechal, que se sirve tierna y perfectamente cocinada. El restaurante también ofrece una excelente selección de pescados frescos y postres caseros que cierran la experiencia de manera perfecta. Aunque algunos clientes comentan que los precios han subido un poco en los últimos años, la calidad de los platos y el trato del personal siguen siendo sus puntos fuertes. Si buscas una comida casera, generosa y llena de sabor, Mesón El Águila es una opción que no decepciona, y una de las mejores maneras de disfrutar de la auténtica gastronomía castellana en Madrid.

Comida d calidad a buen precio.Muchos años y cocina casera...recomendables para cualquier celebración.

Excelente torreznos y deliciosa oreja precios altos hay sitios en Vicálvaro mejores de precio pero bueno bien

Todo bueno pero muy muy poca cantidad para el precio 19€+IVA un plato de chuletitas de cordero con patatas

Muy buena experiencia y totalmente recomendado para comer un menú del día con comida casera, con postres caseros. Muy buena atención por parte de Juan y la camarera de la barra. Lugar muy agradable decorado y muy limpio. Terraza interior estupenda para tomar un café o unas cañas. Volveremos a comer allí, cuando volvamos por Madrid. Muy cerca de la estación de metro para ir al centro de Madrid.

Restaurante amplio con una pequeña terraza. Nos hubiese encantado comer en terraza pero no había mesa y comimos dentro, lo que es una pena porque es un salón muy oscuro, sin nada de luz natural. Además pasamos algo de frío. La atención fue lo mejor, los camareros muy atentos y simpáticos. Pedí os de entrante unas croquetas que a mí me parecieron muy normales pero gustaron al resto y las setas empanadas que estaban increíbles. Yo el entrecot que no me gustó mucho, estaba duro...igual no acerté.

Lugar recomendable para tomarte un par de cañitas con unos aperitivos. Y Si te quedas con hambre tienen un gran salón donde poder estar tranquilamente y llenar bien el estómago. En verano tienen terraza al aire libre.

Servicio genial, la comida casera muy rica, los postres lo mejor

Buen sitio para reunirnos con los amigos y cenar.