meson don enrique en Valladolid

Desayunando estupendamente en el Meson, la tortilla riquísima que se deshacía y las croquetas esponjosas también buenísimas. El café era necesario, un sabor intenso pero suave. Muchas gracias!

Menú de 10. Los camareros muy amables y atentos.Comida casera buenísima . Recomendable 100%

Comida buena pero ojo al pedir bebidas llegan abiertas ya a la mesa (Coca-cola) y si pides agua ni se te ocurra pedir la botella de 1 litro, no es agua mineral , es una botella de cristal con logotipo del mesón que va abierta y seguramente rellena del agua del grifo filtrada (según dicen) por la que te cobran 2'20€.

Calidad y variedad de tapas, así como menú muy variado. Personal muy amable.

Bar restaurante muy chulo, lleno hasta la bandera, por eso lo del servicio, comida buenísima y de calidad, los bocadillos de calamares son espectaculares tanto por tamaño como de calidad, los torreznos de Soria buenísimos, los mejillones en salsa riquísimos, todo en ese orden... Precios acordes con lo que te sirven, desde luego volveremos seguro

Siempre es un gusto cada vez que venimos a Valladolid venir a ésta casa, porque siempre hemos recibido un trato muy familiar. La comida muy sabrosa. Damos las gracias a todo el equipo por su amable atención: Bea, Nacho, Mario, César y a la cocina (porque no conozco sus nombre). Gracias a todos!. Lo recomendamos 100%. Volveremos!

De todo para todos. Buen sitio para desayunar, tomar aperitivo, comer o cenar. Recomendable!!

La comida está bastante bien aunque algo cara. El servicio muy antipático y desagradable

Un lugar perfecto para comer. Una atención súper amable, la comida casera y con raciones bastantes abundantes. Perfecto tanto para tomar unas tapas como para comer De menú.

Vinimos a comer un sábado a mediodía. Llegamos temprano así que estuvimos solos y la atención y el servicio fue rapidísimo. Pedimos el menú del día, que en fin de semana tiene un recargo de 2€, y una ración de torreznos, que habíamos visto en las reseñas y queríamos probar. Los torreznos estaban ideales, perfectos, en su punto de crujiente en la corteza y ternura y delicadeza en el cuerpo. De primero probé la sopa de ajo, con huevo y jamon abundante, muy rica y mi pareja tomó la sopa de cocido, con mucho sabor también. De segundo yo tomé la carne del día, que era secreto ibérico, y mi pareja las albóndigas. Los dos platos estaban muy buenos. Muy sorprendido con el secreto porque no estaba hecho a la plancha sino que venía con una salsa con cebolla, similar a la que se le suele poner a las salchichas frescas. Nunca lo había comido así y fue un descubrimiento. De postre tomamos el arroz con leche (el último que quedaba), que fue la peor decisión, ya que no estaba especialmente bueno, no sé si porque llevaba ya mucho hecho pero tenía cierto regusto a frigorífico, y el mousse de limón, que no era casero pero estaba correcto. Teniendo en cuenta la relación calidad precio es muy buen lugar para comer cocina casera a buen precio. Nosotros comimos en el comedor, pero en la zona de bar había muy buen ambiente, si buscas algo más animado.