Meseguera en Trujillo

Cualquiera que ame la paz y la tranquilidad a pesar del ajetreo de los turistas en la impresionante plaza principal de Trujillo y la excelente comida, aquí está en buenas manos. Platos cuidadosamente preparados y los mejores consejos sobre vinos del sumiller interno dan un toque especial a este restaurante boutique situado en las murallas históricas. ¡Te sientes como si estuvieras en el regazo de Abraham (solo que en tus manos tienes las mejores copas de vino del fabricante de vidrio austriaco Riedel)!

Trato súper amable, te hacen sentir bien. Excelente carta de vinos, muy extensa. La comida muy buena, tratan muy bien las carnes. Recomendable 100%.

Excelente experiencia. Un servicio impecable y comida exquisita. Muy buena carta de vinos, Encina Blanca muy recomendable.

Sitio acogedor, atención excelente y comida exquisita, muy buena relación calidad precio, muy recomendable!!!

Local bonito con unas vistas preciosas a la plaza desde la terraza. Comí un carpaccio de gambas que catalogaría como normalillo y unas migas que estaban buenas pero nada fuera de lo habitual en casi cualquier restaurante que las sirva. El servicio educado y agradable, pero no me informaron del incremento por el pan ni me preguntaron si lo quería, simplemente lo sirvieron y lo cobraron. También me pusieron un aperitivo por cortesía de la casa. En mi opinión bastante caro para lo que tomé.

Tienes que probar el carpaccio con foie y bolitas de manzana verde, espectacular. Un sitio con mucho encanto con paredes de piedra en la misma plaza de Trujillo. El tomate, el chuletón, la torrija y el postre de chocolate, estaban para repetir.

Fuimos 4 adultos y 2 niños...235€ y no sobró comida. Los entrantes buenos, pero caros para la cantidad (4 croquetas por 14€, un bol pequeño de torreznos 23€). El servicio de pan 9€...eso no es "queréis un poco de pan?". Y las carnes...la pluma bien me dijo mi amigo. El solomillo ibérico mejorable, pues sabía a quemado de la parrilla. Las chuletillas de cordero también tenían regusto a quemado y además por 23€ eran muy escasas. El trato fue bueno. Además se cobró 30€ de reserva 2 días antes pues la mesa era de más de 4 personas. La primera vez que lo veo, y no me gusta. Pues un domingo, en la plaza mayor de Trujillo, es imposible que se quede vacía esa mesa. Enfín, veo sobrevaloradas las reseñas de este sitio, no tengo intención de volver.

La comida deliciosa, fuera de lo típico. El servicio excepcional, personal amabilísimo y aconsejando. El ambiente maravilloso, en plena Plaza Mayor. Lo recomiendo sin duda. (Precios más altos de lo que podéis ver alrededor, pero más que merecidos, yo lo pago con gusto).

El restaurante Meseguera, en la plaza Mayor de Trujillo, se ha convertido, bajo mi punto de vista, en uno de los rincones gastronómicos más interesantes de Trujillo. El comedor de la planta baja es muy acogedor, de forma alargada, con paredes de piedra y techo de ladrillo con un entramado de travesaños de madera que le dan un toque rústico a la par que agradable. Las mesas, de madera, amplias y vestidas con manteles blancos de tela y las sillas, de respaldo alto, vistosamente tapizadas y muy confortables. Vasos de vidrio labrado y copas de vino de estilizado tallo. Cubertería y vajillas de calidad, acordes al nivel del establecimiento. Buena acústica, temperatura agradable y plácida iluminación. Es un restaurante que fusiona magistralmente la cocina oriental con nuestra fantástica gastronomía regional, aunque, si en algo alcanzan la excelencia sin duda es en las carnes a la parrilla de carbón. En la carta, ibéricos y torta, carnes de cerdo ibérico, de ternera Angus y de cabrito lechal. En cuanto a pescados, rodaballo y calamar. Probamos la ensalada Meseguera para ir abriendo boca, preparando las papilas y nuestros sentidos. Deliciosa. Continuamos con unas croquetas de jamón ibérico sobre mayonesa de beicon. Su textura, deliciosa. Temperatura correcta del plato servido en mesa y sabor a "croqueta de verdad". Continuamos nuestra incursión gastronómica con unas exquisitas anchoas de Laredo y finalizamos con un suculento entrecot de ternera madurado de Raza Angus. De postre, tarta de queso de Torta del Casar y tatín de manzana, exquisitos ambos. La carta de vino es amplia; se escoger entre más de 90 referencias de varios países e incluye lo mejor de las bodegas de la comarca (Habla, Las Granadas y Ruiz Torres). El regusto que nos quedó después de visitar este restaurante fue fantástico y la sensación de que, cuando se cocina con el corazón, el resultado no puede ser otro más que el éxito.

Un Restaurante con mucho encanto, con un personal super agradable y muy profesional donde puedes degustar una cocina moderna con rasgos extremeños, da gusto que te atiendan con la amabilidad que nos han tratado y con un saber hacer. Estuvimos comiendo el día 27 de noviembre ya que parábamos en Trujillo de vuelta a Madrid desde Huelva. Nos encantó.