Merendero La Olivera en Murcia

Todo exquisito y mucha amabilidad

Ideal para comer en familia o para grupos de amigos, en un ambiente de huerta, rodeado de naturaleza. Comida tipica murciana. Buena relación calidad-precio. Tiene mucho sitio, sobre todo fuera. Por todo el patio hay decoración de macetas colgadas con crochet, lástima que no hice fotos.

Un lugar acogedor, buena comida y buen servicio.

El sitio es un poco cutre, nos estábamos asando de calor porque nos llegaba todo el aire desde la lumbre donde asaban la carne y me he pasado más tiempo espantando a las moscas y abanicándome que comiendo. He echado en falta algún ventilador de techo porque de verdad que nos estábamos asando de calor y sólo estábamos a 32º de máxima ese día. La comida estaba aceptable, nada del otro mundo, aunque, eso sí, la carne a la brasa estaba muy rica y hecha en su punto, pero los embutidos estaban duros y se me hacían bola. Los camareros han sido muy amables y simpáticos, con ellos ninguna queja, salvo con la camarera, que ha sido todo lo contrario, muy antipática y seria y con ganas de quitarnos los platos y los vasos antes de que hubiéramos terminado siquiera. El aseo lo esperaba algo más limpio; tal cual he entrado, he salido. En general se puede comer y tal, pero mejor un día de invierno murciano porque entre el calorazo que hacía, las moscas posándose todo el tiempo en la comida y la tierra que llegaba a la mesa de los coches que pasaban por la carretera no nos ha lucido nada la comida.

Lo mejor sin duda la terraza con el entorno natural y monumental del monte y Cristo de Monteagudo que lo envuelve. Y de la comida lo único destacable es el cordero a la brasa, muy sabroso, bien cocinado, pero lo demás muy regular, incluida la cerveza, muy mal echada, sin espuma alguna de inicio. Mal también el plato de embutido, pues el jamón que nos pusieron era inmasticable, solo apto para desmayados que ni mastican. El precio, eso sí, aceptable.

Súper atentos, déjate recomendar. Así lo hice y no me arrepentí.

Buena comida, les falta un poco de personal, pero son agradables

Los camareros super agradables, el jefe encantador. Comida estupenda. Los michirones buenisimos. Precio bien.

Qué maravilla salir del asfalto y una noche de verano rica allí. Un lujo!

Hemos llegado a las 16:00 y nos han atendido excelente, en concreto el camarero que nos ha servido, Tomás, ha tenido un trato increíble además de lo bueno que estaba todo. Un 10