Merendero La Montaña en Guadarrama

El mejor Secreto que hemos comido... los Camareros excelentes profesionales.

Ayer tuvimos la oportunidad de conocer este buen sitio después de una buena ruta por la Sierra de Guadarrama.Un lugar con encanto,rodeado de pinos y vegetación a pocos metros del Embalse de La Jarosa.Buena comida,buen trato por parte de todo el equipo y felicitaciones a la cocina.Comimos dos,unas parrochitas,rabo de toro,solomillo y de postre tarta de queso pistacho,cafés y copa de crema de orujo.Recomendable100%.Volveremos.

Trato familiar, buena relación calidad/precio.

Fuimos un grupo de 40 personas y la experiencia fue excelente. La organización, de la mano de Sergio, resultó impecable: su actitud cooperativa y sus acertadas sugerencias hicieron que todo fluyera con facilidad. El equipo de camareros, siempre simpáticos, atentos, enérgicos y educados, atendió con la misma dedicación tanto a los mayores como a los más pequeños. En cuanto a la comida, todo fue un acierto: los aluviones, los callos, las croquetas, las opciones de pescado y las carnes estaban simplemente deliciosos. El entorno es inmejorable: rodeados de pinos y montes, con un ambiente relajado y jovial en el que incluso hay quienes llegan a caballo para reponer fuerzas tras sus cabalgatas, mientras otros disfrutan de paseos y caminatas por esta preciosidad de lugar. Una experiencia totalmente recomendable.

Un sitio correcto para reponer fuerzas tras una caminata en la naturaleza.

Calidad y buen trato además de un servicio espectacular.

Hacía mucho tiempo que no encontraba un restaurante con personal tan amable, la rapidez en atendernos y la comida tan rica. La verdad que me quedé muy contenta y volveré. M. Gracias!!

Tomamos el aperitivo y estuvo muy bien Las papas Canarias y la gila normal Nos defraudó un poco la gilda braseada

Restaurante de 5 estrellas merecidas: Comida: Pedimos alcachofas confitadas, entrecot y chuletillas de cordero y todo muy rico y porciones generosas. Buena relación calidad precio. Servicio: Nos sentamos abajo en la esquina y había que ir a pedir y recogerlo a la barra pero todo muy rápido y al haber tanta gente casi que mejor porque sino habría que estar llamando a los camareros y esperando. El caballero TITO de la barra, muy amable y profesional, un ejemplo de hostelero de toda la vida. Atmósfera: Buen tiempo, sombras, ambiente familiar..

Sitio encantador al lado del pantano. Buenas raciones y servicio. Recomendable.