Mercè Restaurante en Valladolid

El sábado día 17 fui a comer, normalmente voy a cenar, porque es mi restaurante favorito en Valladolid, y como siempre un diez, trato del personal excelente y la comida espectacular, calidad precio muy bien, lo recomiendo 100%.

Servicio muy amable y atento. Comida espectacular. Volveremos sin duda. Por poner un pero había bastante jaleo y pasaba bastante tiempo entre plato y plato. Pero de verdad, sitio 5 estrellas!

Comida muy rica, el camarero q nos atendió muy amable comentando platos elegidos. Buen detalle con el aperitivo. Muy recomendado

Cena para dos, la comida muy bien . Cocinada con puntos perfectos sabor muy logrado , producto bueno . Cantidades bien adecuadas. A destacar el guiso chipirones y el bacalao. Lugar muy bonito y agradable acogedor y buen ambiente Precios razonables, A mejorar: por favor las mesas bailan buscad la forma de calzarlas es un detalle mínimo pero .. Vestuario: Empleada ( simpática agradable) con un roto en un lateral de los leguins por el que se le veía chicha , no pasa nada pero a mejorar) Y por último gran descontrol en el servicio , no parecía q hubiese asignación de rangos y había largos minutos q no se veía a ningún empleado en todo el local En tono constructivo lo digo . Al final vamos a comer y eso MUY BIEN

Muy rico todo lo que hemos comido

Excelente, no se puede poner nada negativo en nuestra visita. Gracias a que fuimos 5, pudimos probar bastantes platos de la carta, pero nos quedamos con ganas de volver para probar otros tantos. Las croquetas, la ensaladilla, los huevos rotos, los postres (a destacar la tarta de queso, impresionante) ... Todo buenísimo. La atención de los camareros, Rocío y Carlos magnífica, te hacen sentir en casa. Nos presentaron al chef y no pudo ser más amable. Nos habían recomendado este restaurante y teníamos muchas ganas de ir y desde luego no defraudó. Volveremos en nuestra próxima visita. Muchas gracias a todo el equipo

Exquisito! 100% recomendable tanto por la carta como por el ambiente y el trato. Para no perderselo.

Primera visita a este restaurante, y no será la última. El sitio es pequeño y el comedor principal sólo tiene tres mesas aunque luego tiene alguna más en el sótano. Pero está muy bien situado muy cerca del centro y de zonas para salir después a tomar una copa. La atención, perfecta. Profesional pero al mismo tiempo divertido. Diría que hasta es extraño encontrar en Valladolid algo así. No recuerdo el nombre del camarero, pero no le dejéis escapar. La comida bastante buena, nos gustó todo. Muy bien presentada. Pedimos todo para compartir y, aunque las raciones no son abundantes, la verdad es que no nos quedamos con hambre. Los postres nos encantaron. Y la relación calidad-precio también. Con la bebida incluida salimos a unos 25 euros por persona.

Estaba todo muy bueno, tenían mucho jaleo y tardaron bastante en servir pero te sacan una ración pequeña de crema de calabacín que ojalá estuviese en la carta. Las raciones son pequeñas. El camarero majisimo y muy chistoso

Pequeño local en el centro de Valladolid. Carta no muy extensa con platos muy ricos y emplatado original. Servicio muy correcto. Recomendable sin duda.