Mannix en Campaspero

Buena experiencia en el restaurante , entrantes ricos y rapidos, lechazon muy bien asado y de calidad, arroz con leche espectacular y tarta de queso muy buena, servicio eficiente y con unos propierarios muy simpaticos .

Espectacular el lechazo, así como los postres

Qué decir de un restaurante que es cercano y profesional y el producto es extraordinario!! Mil gracias!

La carta combina lo clásico con lo moderno , una buena selección de clásicos como las mollejas , los callos , croquetas , etc y luego una serie de bocaditos con elaboraciones mas complejas. Como plato fuerte el lechazo , asado a la manera tradicional , no hay mucho más. En cuanto a los postres , carta aparte con una enorme variedad , grandes elaboraciones a cargo de la chef Gemma. Fuimos a comer y pedimos un montón de platos , era difícil descartar. Empezamos con una ración de callos y manitas de lechazo. Una salsa muy rica, con chorizo, manitas que se deshacen y callos bien tiernos. Un poco escasa eso sí , 10 callos y 10 manitas. Continuamos con los bocados individuales , el nigiri de atún , una croqueta de marisco , muy cremosa , una loncha de ventresca de atún , piel de bacalao crujiente y varias salsas. Muy buena La gyoza de pollo de corral , un buen guiso de pollo envuelto en una fina masa con otra salsa que llevaba un montón de cosas , jengibre entre otras cosas y un crujiente para acompañar. Ravioli de gamba con salsa de chilicrab. Un ravioli de tamaño grande relleno de gamba picada y una rica salsa ligeramente picante como la que se sirve con el plato típico de singapur para acompañar el cangrejo, bien de cilantro y cebolleta por encima. Pasamos al lechazo , pedimos dos cuartos , primero sirvieron uno y cuando acabamos salió el otro así no se queda frio. El cuarto se presenta entero y el camarero lo despieza en la mesa. Al ser lechazos bastante jóvenes los cuartos no muy grandes. Carne en el punto perfecto, jugosa , tierna , se deshace , piel perfecta , crujiente , buen punto de sal , bien de salsa para acompañar. Hasta los huesos se puede comer uno. Excelente, fama merecida sin duda , merece la pena probarlo. Para acompañar, clásica ensalada de lechuga , tomate y cebolleta. Postres elegimos dos para compartir. La tarta de queso payoyo y huevo de ganso con helado de moscatel y piñones garrapiñados. Bien cremosa, suave de queso, bastante bastante buena. Helado estaba rico y los piñones estupendos para acompañar El otro postre fue la tarta fundente de chocolate guanaja con aceite virgen extra variedad koroneiki de Cortijo El Solano, con huevos de pato y helado de queso fresco. Una tarta que parece densa a simple vista pero luego es bastante cremosa , chocolate bastante bueno , el toque del aceite no me termina de convencer mucho pero no esta mal. El helado bastante bueno. De las mejores tartas de chocolate que he comido. Resumen: Excelente el lechazo, sin duda merece la pena, igualmente la selección de bocaditos como el nigiri. Postres estupendos. Pan bastante bueno. Servicio un poco ajetreado. Precio : 245,7€ con una botella de vino pago capellanes 19,9€ , pan 1,8€/px , agua 3,5€ , ensalada 6,5€ y 3 cafés a 2,2€. Ravioli 7€ , Callos 20€ , nigiri 6€ Puntuación : 9 , el lechazo un 9,999

El lechazo, fue todo un espectáculo y el servicio muy agradable, un buen sitio para ir y recomendó.

Muy famoso el sitio pero nada acogedor parece un salón de bodas, los torreznos tremendos, el lechazo muy bueno, el entrecot bueno se deja comer, pedimos unas croquetas y riñones lo cual escasos para el precio, los postres muy ricos la tarta de queso tremenda

Comimos lechazo (espectacular) con ensalada. Antes habíamos pedido ensaladilla (demasiada mahonesa), cecina, mollejas, croquetas y torreznos (muy rico todo). Atención correcta: hubo un camarero que fue especialmente agradable. Los postres algo pasados de precio. Comí la torrija y sí que me quedé con ganas de más. Me pareció muy pequeña y fina. Fue una comida de Reyes familiar con muy buen ambiente y todos quedamos conformes.

El cordero asado de 10. Creo que Lis postres, no todos merecen lo que cuestan.

Siempre vuelvo, a pesar de que el pueblo, Campaspero, me pilla a trasmano bajando desde el norte, pero da igual, el lechazo de Mannix bien merece un desvío. Carta de vinos descomunal, a precios diría que razonables, dentro de que si pides grandes vinos los precios no están doblados a los de tiendas como sucede en muchos sitios. El postre de flan de leche de gansa sobresaliente sorpresa.

Lechazo buenísimo como en Lerma o en Aranda o en Arévalo en sitios top. Guarniciones muy subidas de precio. Postres modernos y ricos. Mauro 2022 muy rico. Precio del vino no es el que sale en la carta 3 euros más caro. Café bien. Servicio correcto. 150€.