Mae en Barcelona

Optamos por el menú degustación de Mae, que resultó ser más que suficiente. El comienzo estuvo muy bien, pero algunos de los últimos platos (como los puerros y la lubina) podrían haberse eliminado fácilmente de la carta. Después de la primera botella, el restaurante descubrió que se habían quedado sin Corpinnat, lo cual nos pareció bastante extraño para un restaurante con estrella Michelin en Barcelona. Sería útil dejar la carta en la mesa, ya que los platos suelen ser bastante complejos y los camareros hablan inglés con un acento marcado (como es habitual en otros restaurantes de alta cocina de Cataluña), lo que a veces puede hacer que uno se quede con la duda de qué está comiendo.

Restaurante muy recomendable . Menús degustación muy sugestivos de cocina de fusión. Servicio súper profesional

Si quieres Disfrutar, ven a Mae. Una sinfonía de sabores integrando Latinoamérica con el Mediterráneo de una manera nunca vista. Enhorabuena.

Excelente presentación e insuperable combinación de sabores y texturas. Les deseo larga vida para disfrute de los que valoramos degustar sabores difíciles de olvidar.

Espectacular comida,muy elaborada,con un servicio de 10.Para repetir.

Tuvimos una degustación por 95 por persona (sin incluir vino ni bebidas para quienes lo deseen). Muchos platos pequeños, muy especiales y excelentes, con un gran equilibrio de sabores. Definitivamente satisfactorio y sin excesos. También hay un menú por 130 con cantidades mayores, innecesario en mi opinión, a menos que se esté almorzando. Mi hija vegetariana disfrutó del pescado, al igual que mi esposa, que es completamente vegetariana. El niño de 7 años solo comió un poco (detalles más abajo). Me impresionó mucho la combinación de creatividad, sorpresa en boca y equilibrio de sabores. Es muy difícil encontrar combinaciones de sabores nuevas y sorprendentes, y esta es la especialidad de los grandes chefs. Ya he comido en restaurantes con 2 estrellas Michelin y, sin duda, eran menos buenos que este. Los camareros son amables y atentos, pero solo uno sabía inglés correctamente. Los demás saben inglés, pero no lo suficiente como para explicar los platos, y el acento también es difícil de entender. No hay muchas mesas en el restaurante y es muy tranquilo; me gusta la tranquilidad. La música es especial y apropiada. En cuanto al diseño, también es especial. Me conectó menos con él. Para mí, la comida ya es bastante especial, pero el restaurante quiere ser especial en todo. En mi opinión, es un riesgo innecesario; es mejor un diseño con el que todos conecten. Cuando esté en Barcelona, ​​sin duda volveré.

En cuanto supe que el restaurante había recibido una estrella Michelin el año pasado, tuve la suerte de reservar, ¡y resultó ser una experiencia increíblemente feliz! Lo que más me impresionó fue el postre, sobre todo el crumble de menta: ¡estaba absolutamente espectacular! Admiro y adoro este lugar, y estoy deseando volver. ¡Tengo muchísimas ganas de ver con qué platos nuevos e innovadores nos sorprenderán la próxima vez!

Menu Gran Mae espectacular. Todos los platos seguían su idea principal: comida local con despensa global.

Segunda visita por darles otra oportunidad tras una primera fallida, recién abiertos, a causa de un menú necesitado de más estudio y, sobre todo, de un jefe de sala prepotente. En esta ocasión ambos defectos ampliamente superados. Unos platos muy bien definidos y realizados y un servicio impecable, desde las camareras al jefe de sala, todos ellos de origen foráneo: un portugués, una rumana criada en España y una salvadoreña. El chef, si no mexicano, de educación culinaria iberoamericana por la fusión de cocinas bien realizada. En la carta hay 5 aperitivos, que debes pedirlos si los quieres o solo el que quieras (depende del hambre), unos entrantes y unos principales y postres. Yo tomé un aperitivo de anguila, coliflor y manzana verde, que mee encantó; un tartar de sepia estupendo y una costilla de cerdo glaseada, muy buena también, y de postre unos fresones fermentados, muy refrescante, acompañado todo por un vino blanco Pairal. Debo advertir que las raciones no son muy grandes, aunque al menos para mí más que suficientes para tener una magnífica comida sin quedarme atiborrado.

Hicimos el menú gran Mae. Nos gustaron muchísimo los entrantes, deliciosos, pero los platos no tanto, más flojos. Se repetían mucho los ingredientes y sabores. Con los entrantes traían varios a la mesa cada vez y te los explicaban todos con lo q cuando ibas a comer ya no recordabas qué llevaba el primero. Una carta detallada al lado sería una buena idea, o traer plato a plato o dos máximo a la vez. Al terminar nos quedamos los últimos y el personal nos hizo sentir que molestábamos, recogiendo la mesa cuando todavía estábamos con el café. Son detalles que hacen distinta la experiencia.