Mae en Barcelona

Una experiencia gastronómica excepcional. La propuesta está claramente inspirada en el mar, pero lo más interesante es cómo consiguen fusionar distintas culturas sin perder el protagonismo del producto y el equilibrio de sabores. Cada plato sorprende por la frescura y el cuidado en los detalles. Un punto muy a destacar es el menú vegetariano: no se siente como una opción secundaria, sino como una propuesta creativa y completa, con tanto cariño y nivel como la carta general. Eso se agradece muchísimo. El servicio fue impecable, cercano y muy atento. Gracias en especial a Sebas y al resto del equipo de sala, que hicieron que la experiencia fuera redonda. Sin duda, un lugar al que volver y recomendar.

Servicio genial, lo que se espera de un restaurante así, la comida sorprendente y muy buena. No he puesto el 5 porque el pato no nos gustó nada, no nos sabía a pato y la textura no ayudaba. El resto muy bueno, postre también! Probamos su vermú, lo recomiendo!

Fue una agradable sorpresa. Cocina original, de inspiración catalana con toques centroamericanos. Lástima del ruido en el comedor.

Hacia tiempo que una comida no nos sorprendia tan gratamente a TODOS los comensales (eramos 5).

En una reciente visita al restaurante MAE, reconocido con una estrella Michelin, tuve el privilegio de disfrutar de una experiencia gastronómica que, más allá de cumplir con mis expectativas, las superó ampliamente. Optamos por el menú degustación de 130€, y cada plato fue un descubrimiento fascinante. La propuesta del chef Diego Mondragón, junto a su equipo, que incluye a Mariella Rodríguez (Costa Rica) y Germán Espinosa (Barcelona), es un claro reflejo de cómo la cocina de vanguardia puede fusionarse de manera magistral con la riqueza de los sabores latinoamericanos. Uno de los aspectos más sorprendentes del restaurante fue la estética del lugar. La ausencia de manteles en las mesas fue algo que, al principio, me desconcertó. Como visitante habitual de restaurantes con estrellas Michelin, siempre había asociado la elegancia con la presencia de manteles blancos y una decoración más tradicional. Sin embargo, a medida que avanzaba la velada, comprendí rápidamente que esta decisión no era un simple capricho estético, sino una manifestación de un concepto mucho más profundo: el sincretismo. En MAE, la cocina no solo es un crisol de técnicas, sino que el restaurante mismo es un lugar donde se mezcla lo moderno con lo tradicional, lo europeo con lo latinoamericano.

Restaurante fusión mediterranea con latina! descubri en su menu cosas que jamás pense que comeria fuera de latinoamerica, como el pixvae. son muy creativos con todos sus platos. la atención es muuuuy personalizada y carismatica, sobre todo la de Rubi, gracias Rubi por todo!

Hicimos el menú Mae, y superó todas nuestras expectativas. No sabría decir cual de los platos me gustó más, todo estaba exquisito. Sumado a un servicio y atención de 10, hacen de esta experiencia una de las que sí vale la pena repetir. Gracias!

Una auténtica maravilla. Quizás el mejor restaurante en el que he comido. Todo estaba divino, una explosión de sabores en la boca, original, bien presentado; en resumen, no lo duden, ¡anímense! Incluyendo los entrantes, comimos unos quince platos diferentes del menú básico, así que no me imagino el menú completo...

Mae es un restaurante gastronómico situado en el barrio de Sarrià, en Barcelona, la principal ciudad de Cataluña. Vinimos aquí para comer el pequeño menú gastronómico. En el menú hay 5 entrantes, unos 5 platos principales y los postres. Realmente, fueron excelentes. Además, pudimos beber un fantástico vino tinto y un muy buen vino blanco dulce. Aquí, se puede disfrutar de una mezcla de platos catalanes y sudamericanos: excelente combinación con sabores muy agradables e intensos. El personal era muy amable y el sumiller nos recomendó ambos vinos. ¡Fantástico!

Una propuesta interesante que, suponemos, acabará encontrando resultados acordes con sus objetivos. El servicio amable y profesional pero que tiene que luchar con un espacio que tiene serios problemas acústicos ya que, a pesar de ser un local pequeño y tener las mesas bien distribuidas, no consigue aislar las conversaciones de los distintos comensales (admito que la noche que lo visitamos había clientes ya de por sí excesivamente ruidosos). Platos interesantes de fusión mediterráneo-latinoamericana, pero que no todos consiguen sorprender en boca, a pesar de las múltiples elaboraciones. Merecerá la pena seguirles la pista.