Machico en Madrid

Vengo mucho a comer aquí y me encanta que con la bebida unos aperitivos muy ricos, vine a comer con mi padre pedí un menú, un plato de carta de 17€ y 2 tintos de verano, y aún costando 17,30€ el menú NO te incluye tintos de verano, (cosa que no me advirtieron antes de beberlo pero está bien, luego lo vi en carta pero aun con eso. Luego pedí un café solo y TAMPOCO me lo han incluido como la bebida que no me he bebido. Al final he pagado un menú, sin bebida, he pagado el tinto de verano, he pagado el café, he consumido platos de carta. Y el servicio muy borde. Qué lástima que cuando no esté la jefa, que la conozco, el personal haga lo que quiera. Dicho esto, se de lo que hablo siendo encargada de un bar muy grande y muy cerca y vecina. Luego diréis: pues no haber comido aquí, pero me han dicho todo esto, al haber acabado… Me parece muy bien que un tinto de verano en un menú de 17,30€ no esté incluido, pero tampoco podéis incluirme un café solo si al final no he bebido nada ? Por favor… Volveré cuando esté la jefa en barra, si no, no vuelvo.

Excepcional servicio. A remarcar el trato de Raquel, merece la pena ir cada vez que pases cerca.

Personal atento. Muy buena comida, con variedad y todo muy sabroso.

Pedimos el falso risotto, burrata y hamburguesas. El risotto y la burrata están bastante bien. La hamburguesa normal, y además o por el pan o por los ingredientes es la típica que al cabo de varios mordiscos se sale todo. El personal amable y el servicio rápido

Buena atención, la hamburguesa estaba súper rica y las empanadillas también. El falso risotto un poco sin más, la faltaba sabor. Recomendable!

Así te lo cuento: Machico es un descubrimiento , pues te tratan de maravilla y la comida es un portento, rica y con fundamento. Comida sencilla, pero no de pacotilla. Te sientas en la silla y se te quita el aliento. Cocinan con talento y con mucho sentimiento. Merece un monumento. No es caro por el momento, pues pagas con calderilla y sin abonar suplemento. Me voy muy contento.

Excelencia! El toque de brasa le da un toque delicioso a todo!

Comimos el menú del día. La comida tiene luces y sombras (algunos platos buenos y otros no tanto...) El servicio es atento.

Comida improvisada y rápida fuera de horas, sobre las 15:30 con prisas por coger un tren. El servicio es un poco caótico, y el restaurante estaba lleno, hasta arriba, con prisas les costó sentarme, le pedí a la camarera si me podía servir rápido y la verdad que se portó, dentro del caos que comentaba me sirvieron todo diligentemente. Tenían menú del día, mejor, algo rápido para comer. Pedí salmorejo, básico, nada especial pero igual de bueno. De segundo algo tan normal como un salmón, a la plancha y con ajito y perejil, acompañado de ensalada, bueno, muy hecho y de oración cortita, no muy abundante. Calidad decente para el precio, un poco caótico pero servicio amable y atendieron a la rapidez que les pedí para poder coger el tren. El precio es de 15 euros.

Encontramos esta pequeña joya alrededor de la zona de Chamartín a poca distancia de la estación de tren y nuestro hotel. La comida era muy buena. Grandes porciones así que pasa hambre. Disfrutamos de costillas y una hamburguesa, cerveza y vino y terminamos con dos cafés. Todo por 43€. Me hubiera encantado probar un desierto pero estaba demasiado lleno. El personal era amable y acogedor. El restaurante aunque tranquilo a las 7. 30 pm comenzó a estar ocupado. Muy recomendable ya que el menú es variado con algo para todos.