Lur Restaurante en Madrid

Comí con mi mujer en Lur. Tenía muy buenas referencias de esta jóven y talentosa cocinera que tras un stage se integró en el equipo de Zuberoa, el mítico restaurante en Oiarzum de Hilario Arbelaitz. Si Hilario te ofrece ser parte del equipo es que ha visto en tí una cocinera de muchoas quilates...y vaya si los tiene. Cocina clásica excelsa con dominio de las cocciones y productos de primera, acompañados de un pan señorial de masa madre de un cercano obrador. Su puerro "desvestido" (le quitan la primera capa que tuestan"), la vieira con su vinagrillo, los champiñones o el corzo ( uno de los platos estrella de su maestro) se sirven con unos fondos sabrosísimos. Además apuestan por la estética aunque pierdan dinero...por ahora. Me explico: si pones 5 grandes mesas y dejas buen espacio entre ellas donde podrías poner 10 persigues un sueño. Bravo. Dos detalles, además del servicio impecable: los postre son finos, delicados pero para mí gusto un poco insípidos. El buñuelo que acompaña a los champiñones podría ser crujiente como contraste a estos? Y por favor, pongan una lámpara de calor en el baño para no tener la impresión de entrar en una cámara frigorífica .Oirán hablar mucho y bien de esta casa.

Cena en pareja. Entrar a este restaurante es sumergirse en un oasis de calma y equilibrio, donde la juventud de sus líderes no es un obstáculo, sino el motor de una experiencia gastronómica refinada y sorprendente. El espacio se siente como un santuario moderno, con una estética minimalista y elegante. El silencio es casi palpable, como si cada detalle estuviera diseñado para invitar a la introspección. Los olivos secos que adornan el entorno aportan una sensación de serenidad y conexión con la naturaleza, en sintonía con la sobriedad que reina en cada rincón del restaurante. La cocina, impecable en su sobriedad, destaca por utilizar productos de primera gama que se manifiestan en cada plato como una oda a la calidad. No hay artificios innecesarios; cada ingrediente se presenta en su forma más pura, perfectamente ejecutado con técnicas precisas que revelan un dominio asombroso del oficio, especialmente considerando la juventud del equipo. Una experiencia sensorial inolvidable cuidadosamente pensado. Enhorabuena