20/04/2025: Llevaba mucho tiempo buscando un lugar no turístico para comer una paella bien hecha, ¡y creo que por fin lo he encontrado!
Llegamos al lugar improvisando, en la hora punta de un día festivo y, a pesar de la multitud, nos recibieron con una sonrisa, mucha amabilidad y disposición. Pudimos reservar una mesa para dos disponible una hora más tarde, perfecta para disfrutar del buen tiempo y tomar un aperitivo en alguno de los muchos locales con terrazas con vistas a la plaza.
Una vez de vuelta en el restaurante pedimos una ensalada para compartir, una paella de fideuá vegetariana para dos, dos copas de cava, una botella grande de agua, un brownie de chocolate con helado de vainilla y dos cafés. Total 60€. Todo perfecto y delicioso. Excelente relación calidad-precio.
La paella, a pesar de ser "sólo" de verduras, era excepcional: muy rica, variada, sabrosa sin ser demasiado salada, como pasa en muchos lugares. A partir de la ración de dos se obtiene un generoso plato y medio por persona.
El brownie casero (¡se podía saborear!) acompañado de un delicioso helado de nata, con un magnífico toque de ralladura de limón, y un poco de mermelada de frambuesa, que parecía todo menos industrial. Realmente excelente.
El cava también era de gran calidad, fresco, agradable y seco como nos gusta.
Café espresso italiano y también nos ofrecieron dos tragos de licor/digestivo de nuestra elección, muy de agradecer.
El local es sencillo, bonito, acogedor, limpio y con posibilidad de comer en la terraza con vistas a la plaza.
Nos lo pasamos muy bien, tanto que ya tengo reservada una cena con amigos para los próximos días.
En particular agradecemos a José, el señor que nos atendió, que fue muy amable, profesional y simpático. ¡Bien hecho!
¡Absolutamente recomendado!
Pd: luz verde para los celíacos que pueden comer casi de todo en este restaurante con total tranquilidad😉
15/04/2025: Era un día especial, así qué madre y yo buscábamos un restaurante por esa zona.
Cotilleando un poco encontramos este restaurante en plena "Plaça d'Osca", donde también podíamos aprovechar un poco la luz del sol.
Salimos encantadas, el camarero que nos atendió muy amable y nos aconsejó si era mejor pedir tapa o ración en alguno de los casos.
No es un sitio relativamente barato, pero la calidad y la cantidad son más que adecuadas.
Y la carta ofrece gran cantidad, eso si nos quedamos con las ganas de probar la paella... así que volveremos.
Queda claro que es un sitio donde volver, tanto con los amigos, familia...