Los Chicos Malos en Madrid

Ya he ido varias veces y, como siempre, formidable. Comida de calidad, muy bien preparada y una atención personalizada. Siempre se esfuerzan por hacer de tu cena una experiencia única. ¡Volveremos!

Simplemente fantástico. Es toda una experiencia. La cocina riquísima y muy especial y el servicio es super cercano y agradable. Repetiré sin duda y lo recomiendo encarecidamente.

Nos sorprendió gratamente nuestra experiencia en Madrid, ya que los restaurantes que visitamos fueron magníficos, ¡pero nos hubiera gustado darle a este lugar 6 estrellas! La experiencia que tuvimos con Nathalie y Gaël fue extraordinaria, desde la carta de vinos hasta la comida. La bienvenida fue más que cálida; ¡nos sentimos como si nos reencontráramos con viejos amigos! Solo tendremos un lugar en mente: "Los Chicos Malos". Gracias por este momento de la vida.

¡Qué experiencia increíble! La comida no solo es exquisita y deliciosa, sino que Gael y Natalie hacen que esta ocasión sea sumamente especial. ¡Nunca me había sentido tan bienvenido en un restaurante en mi vida! ¡Sin duda volveré!

Un lugar lleno de experiencias increíbles

No se lo pierdan. Una experiencia excepcional. Los adolescentes y yo pasamos una velada inolvidable: pato en todas sus formas, un chef extraordinario y Nathalie, quien supo aconsejarnos sobre los mejores vinos. Muchísimas gracias.

MEJOR RESTAURANTE DEL MUNDO. Los chicos que lo llevan son súper divertidos, comida de calidad y original Y RIQUISIMA. Vinos naturales increíbles. Ambiente BRUTAL. Es una experiencia que hay que vivir

Un sitio maravilloso y la comida increíble. Gaël y Nathalie son una pareja muy simpática que dan un trato fantástico. Nosotros nos dejamos recomendar por Gaël y la verdad que fue todo un acierto. Repetiré!

Viajé allí con un grupo de personas de entre 30 y 79 años. Sin duda, fue una experiencia diferente. Al ver algunas fotos de la comida, me puse un poco nervioso porque algunos de nuestro grupo eran sensibles a la carne poco hecha. Pero quedamos muy contentos con la comida. Todo estaba excelente. Pedimos el camembert, los corazones de pato, la ensalada, la pechuga de pato, las patatas fritas y el bonito. Todo estaba buenísimo. También disfrutamos de los vinos regionales. Los dueños fueron muy amables con nosotros y nos ayudaron con el menú y la selección de platos (ya que no hablamos español ni francés). Todos los platos están preparados con mucho esmero. Todo se elabora allí con ingredientes crudos. Así que, si buscas algo limpio, de alta calidad, fresco y bien preparado, este lugar es para ti. Como nosotros, puede que sea una experiencia diferente, pero merece la pena.

Un poco de paz y tranquilidad lejos del caos del orgullo gay... Un recibimiento muy amable, muy buena comida y vinos naturales de calidad. ¡Lo recomiendo muchísimo!