Llama Inn Madrid en Madrid

Elegimos el menú degustación. El último plato exageradamente grande y además el menos interesante en nuestra opinión. Los cócteles son pequeños. La atención recibida buena Hay cositas que no nos gustaron mucho pero no las voy a resaltar porque el sitio merece la pena visitarlo y no son significativas.

Excelente todo la atención la comida el lugar

Sitio interesante con especialidades peruanas variadas. Personalmente encontré la carta un poco corta y con falta de variedad en los platos principales, aunque todo lo q pedimos estaba muy rico y de gran calidad. Por encima de todo brillaron los dos ceviches que probamos, de los mejores que he probado nunca en España. Precios algo altos y los cócteles especialmente caros, aunque el sitio está de moda y había gente guapa

Quería que me gustara más pero no podría saberlo ya que más de la mitad del menú tiene contaminación de frutos secos y soy alérgica… Me decepcioné un poco al llegar y saber que solo podía probar máximo 6 platos del menú, me hubiese gustado saberlo de antes. De todas formas, quien nos atendió fue súper amable y de los platos que probé como el ceviche de hongos y la Urta estaban ricos pero sin más. Mi familia dice que el resto de los platos estaban divinos… Sinceramente volvería por los tragos, me gustaron mucho. Recomiendo el que lleva chicha morada con alcohol (no recuerdo el nombre)

Todo estaba muy rico! Recomendamos especialmente la ostra, el ceviche de viera y el ceviche de atún. La viera la recomiendan mucho, sin embargo, no nos sorprendió.

Fuimos 4 y pedimos la experiencia del chef por 62 euros por persona sin bebidas. Algo de 7pasos con postre. La mayoría de los platos muy ricos (ceviche de vieiras mi preferido) y las bebidas también aunque bastante suaves. Sin embargo algunos puntos a tomar en cuenta es que quizás ya se vuelve demasiado oscuro para cenar, las raciones son pequeñas, para picar está bien pero si tienes mucha hambre sería mejor creo pedir platos a la carta. Como punto negativo nos cobraron 4 aperitivos y no habían puesto nada en mesa, cuando pregunté nos dijeron que el maíz que dieron en la zona de espera, que en realidad fue solo un envase súper pequeño diminuto prácticamente. Soy peruana y sin embargo no me llevaron a los sabores de Perú, pero si recalco que lo dijeron al inicio, que era algo más fusión. No repetiría pero la experiencia fue buena en general.

Excelente restaurante de comida peruana. Todo lo que probé estaba increíble. Si os gusta este tipo de gastronomia os lo recomiendo. Con ganas de volver pronto 😁

Teníamos muchas ganas porque el diseño del concepto es muy atractivo . Comimos un poco de todo . Los ceviches son excelentes el resto no tan impresionante. Los precios algo inflados . Repetiremos para unos piscos y algo de picar .

Estuvimos tomando unos cócteles en este lugar y me gustó mucho. Tiene una estética muy moderna para ser un restaurante peruano pero me gusta la intimidad que se siente una vez que entras.

La comida de este sitio está espectacular, sabor super rico, pero en el precio de algunas cosas patinan. Por ejemplo, te ponen unas palomitas de aperitivo que te cobran a 1,5 el conito de palomitas (nosotras fuimos 3 y pagamos 4,5 por lo que en cantidad sería un cuenquito de palomitas). Pedimos ceviche de vieira y de atún que están espectaculares y un lomo saltado para compartir que riquísimo. Viene con crepes para montarlo estilo pato laqueado pero ponen 4 crepes (para 3 personas), lo que claramente era insuficiente para la cantidad de comida. Pedimos más crepes y nos trajeron 3 más a razón de dos euros cada crepe. Hemos normalizado todo en Madrid pero me vi pagando 6 euros por tres crepecillas y me di cuenta de que seguramente no vuelva. Hay que tener en cuenta que el lomo es un plato de 60 euros, igual debería venir con la cantidad d crepes suficiente para que no haya que pedir más. Más cosas, les pedí un vaso d agua y me trajeron una botella, que trajeron ya abierta así que me dio cosa decir que no y el pisco está rico pero vale 13 euros un vasito tamaño caña. En cuanto al servicio, atento, quizá demasiado, vinieron a preguntarnos varias veces para pedir aunque luego tardaron en traer las bebidas y tal, pero como nos avisaron de que podría tardarse, no nos pareció mal. Ah, también pedimos un tiradito que nunca llegó, pero lo metieron en la cuenta. Bien que no llegara porque la comida era suficiente aunque lo pedimos porque el camarero dijo que era poca cantidad, pero ya hubo que hacer la gestión de que lo sacaran de la cuenta que si no te fijas … En definitiva, sabor espectacular pero pagamos 200 euros entre tres por una serie de extras sin sentido en el precio. Sin vino (con dos piscos cada una, eso sí) y sin postre. Pues en la línea de Madrid: sitio rico y bonito pero muy hinchado de precio.