Lhardy en Madrid

Clásico en Madrid. El consomé muy logrado, la ensaladilla o la croqueta de cocido muy ricas. El producto es bueno al igual que la atención.

Todo riquísimo.....consome como siempre de bueno; las croquetas muy cremosos....la barqueta de ensaladilla rusa buenísima. Una pena que el personal sea algo iluso cuando le mencionas que el autoservicio de antes era el reclamo del lugar. Hay que recordar al personal que Sanidad no ha cerrado los bufets.....por tanto Lhardy podría volver a lo que fue.

Fuimos a cenar con la familia y fue toda una experiencia. De los restaurantes más bonitos y encantadores de Madrid. La amabilidad y profesionalidad unidas a la calidad de sus platos hacen que lo recomendemos sin duda!

Comimos 2 personas el cocido madrileño, exquisito, con una calidad inmejorable, en un ambiente clásico y elegante con cubertería, mantel, cristalería a tono con decoración de época, suelos mármol muy bonitos. Todo esto hay que pagarlo, claro está, pero, merece la pena darse el homenaje. El soufle nos pareció nada más que aceptable, un poco corriente de calidad. La atención, exquisita.

He tenido la suerte de ir con mi marido por primera vez y aseguro que no va a ser la última. La comida superior pero quiero hacer incapie de la calidad del servicio especialmente de Jesus el camarero que nos ha atendido y de Rafa el metre. Nos han hecho sentirnos como en casa especialmente Jesus la amabilidad ha sido superior. Hemos celebrado el cumpleaños de mi marido y hasta ha podido soplar una belita. Lo recomiendo al 200%. Muchas gracias por todo.

Bueno, solo me puedo permitir unas tapas pero en fin. Carisimo. Pero hay que ir a verlo y tomar caldito. Fui con mi abuelo y he ido con mis hijos. Espero que continue.

Uno de los diez mejores restaurantes del mundo, sí del mundo. Abierto desde 1839, segundo restaurante más antiguo de Madrid. Comenzó con un vaso pequeño de su mundialmente famoso consomé. Mi esposa y yo compartimos un tartar de salmón, especial del día, pedimos el solomillo Wellington, cortado y servido en la mesa, estaba cocinado a la perfección, una botella de cava y terminamos el sueño con un plato de tres quesos, cada uno mejor que cada uno. otro. El equipo de camareros es tan agradable y cortés que te sentirás como si estuvieras cenando en casa de tus abuelas. Pregunta por Pedro, El Gallego, y deja que él y todo el equipo te brinden la experiencia culinaria de tu vida.

¡Fabuloso! ¡Atmósfera! ¡Servicio! ¡En las alturas! La ubicación es histórica. ¡La comida está deliciosa! Hermosa presentación! ¡Me quedé impresionado! Gracias

Éramos 6. Nos pusieron en la segunda planta. En un salón precioso. Lhardy es un restaurante emblemático en Madrid. Con mucha historia. Yo había ido hace alrededor de 30 años y fue una comida muy especial para mi. La recuerdo chic mucho cariño. En esta ocasión, la atención tiene mucho que mejorar. Desde la cola abajo, hasta no estar pendientes de si tienes algo de bebida.. tienen que mejorar mucho. No quiero hacer aquí un listado de todas las cosas que tienen que hacerse mejor. Habíamos encargado 3 cocidos. Para abrir boca nos pusieron unos consomés... bueno a 4 de nosotros, los que llegamos más tarde, parece que se les olvidaba traernos el consomé. Los cocidos estuvieron muy ricos. Las otras 3 personas tomaron: unos callos para compartir y unas croquetas. Después solomillo Wellington, mero y un lenguado. De postre compartimos soufflé. Los baños limpios y muy bonitos. Las salas no son accesibles.

No soy mucho de ir a estos sitios que cojen fama. Pero quería sobredesayunar e ir sobre seguro. El pastel efectivamente estaba bueno, pero no algo especial, el cappuccino de capuccino cero. Leche Pascual no era, de las baratas. No vale lo que cuesta. Donde estén las pastelerías portuguesas. Conozco una cuantas que les dan mil vueltas. El éclair si intenta imitar a un buen éclair francés está a años luz de conseguirlo. El sitio es bonito. La atención es buena. Pero es el típico sitio para turistas. Yo sabía donde iba. No tenia ganas de ponerme a buscar y dado que era Navidad estaba todo a tope y me quedaba de paso. En un día tranquilo hubiera caminado algo más. 9 eurazos!! 😳 Vamos como si lo hubiese tomado en una pâtisserie fina de París, que no traten de emular que están a años luz de serlo. No me cabe duda alguna que en el restaurante los políticos comerán de lujo cuando vayan. Yo como ciudadana norma no iré ni me tienta ni creo que comiera como ellos. En la Plaza de Abastos de mi ciudad tengo lo que quiera para comer bien. En resumidas cuentas. Es un sitio para turistas. Para echar un ojo una vez. Sabiendo donde uno va. Pero no para tenerlo de referencia en Madrid.