Lhardy en Madrid

Teníamos reserva desde hacía dos meses para comer y nos mantuvieron esperando de pie en un pasillo estrecho e incómodo durante 25 minutos antes de pasarnos a la mesa sin ningún tipo de explicación ni atención. Inaceptable. La comida fue excelente, pero el servicio no estaba muy atento y tardaron excesivamente entre plato y plato. No se justifica en un restaurante de esta categoría. La calidad de la comida no pudo superar el conjunto de la experiencia, que resultó decepcionante.

Pedimos cocido y una croqueta para degustar. La croqueta estaba a nivel "madre". Y el cocido espectacular. No nos lo pudimos terminar. El sufflé de postre muy bueno y con el café nos trajeron diferentes tipos de bombones. Atención y servicio de diez. Los aseos limpios y curiosos. De beber pedimos agua, cerveza y media botella de vino. 100€ por cabeza. No me pareció caro para lo que nos ofrecieron y donde estuvimos.

Restaurante de comida clásica. En nuestro caso fue un cocido madrileño.

Un roscón increíble. La zona de estar no es muy cómoda, pero el lugar en sí es genial. El roscón cuesta 4,50 € para llevar, mientras que si lo comes allí cuesta 7 €. La zona de abajo no es muy cómoda, así que recomiendo pedirlo para llevar.

Cena de empresa, la verdad es que esperaba más de este mítico restaurante. Todo estaba correcto, destacando el solomillo Wellington. El sitio es verdad que es espectacular pero no repetiría salvo para probar su famoso cocido.

Llegamos antes de nuestra reserva y nos dieron mesa al momento. En una sala súper tranquila con solo 4 mesas y estuvimos solo un buen rato, es un lugar mágico lleno de historia. Reservamos el menú de Cocido, sin palabras!!!! Primero unas croquetas y he de decir que estaban tremendas. También pusieron un hummus excelente. El caldo especialidad de la casa con su Chispa. El pan de masa madre muy muy bueno. Llegamos al cocido: Primero la sopa de fideos, intensa sin nada de grasa estaba deliciosa y yo soy de sopas !!! Riquísima También una bandeja con garbanzos y jamón . Y por último cuando ya no puedes más llega la carne!!! No me la esperaba. No pudimos con todo y somos de comer abundante. Todo el producto de primera calidad de ahí que sea ese precio es todo una delicatessen. Todo el personal de nuestra sala muy atento a que no faltara nada . Por último el postre de la casa que está incluido en el menú el soufflé de merengue con bizcocho y helado de vanilla. Es toda una experiencia Precio elevado pero es que la calidad lo vale .

Precioso, calidad extrema y BARATO. 👍👍👍

Llevo más de 30 años comiendo cocido allí. No es el que era. El servicio super agradable, pero ni el cocido ni el souffle son los de mi recuerdo.

Cada mañana mi esposa y yo caminábamos desde nuestro hotel hasta LHardy para tomar un par de americanos y un croissant de almendras. El gerente nos contó todo sobre la historia del edificio y fue muy amable. LHardy es mi lugar favorito en Madrid.

Este viejo y tradicional restaurante de Madrid, tiene una nueva vitalidad. Se trata de un sitio que merece dos estrellas Michelin. En la planta baja es un excelente lugar de tapas y postres, pero en el primer piso este famoso lugar que data del siglo XIX ofrece una gran cocina gastronómica. Fue toda una sorpresa. Comimos un mi marido un lenguado y yo un filete stroganoff stroganof de antología. De entrada pedimos salmorejo qué estaba delicioso. Buenos vinos de Rivera del Duero.