Estuvimos comiendo en fin de año, a la carta, y la verdad que nos gustó mucho la experiencia; la comida, el servicio… volveremos a probar el menú degustación.
DISFRUTAR TIENE SIEMPRE QUE VER CON EL VERBO PALADEAR
La expectativas son siempre una presión añadida a los sentidos de la vista, el olfato o el gusto, ya de por sí bastante presionados, cuando de paladear exquisiteces se trata. Las nuestras se vieron colmadas en nuestra visita al restaurante L’ Escaleta, de Cocentaina; un dos estrellas Michelin que superó con nota nuestra siempre subjetiva valoración tras dar buena cuenta de los 6 snacks de bienvenida y los 9 pases en la mesa 0 de la cocina de un local muy bien decorado (amplio, abierto y funcional). Maridamos con 11 vinos diferentes (champagne (exquisito), Jerez (tres diferentes), Blancos de la región del Loira, Santorini (dulce), Rioja (Viña Tondonia) o Alicante (Monastrell). Tanto los platos como los vinos servidos fueron perfectamente explicados por parte del chef (Kiko Moya) y el sumiller (Alberto Redrado). Así que no solo degustamos sus elaboraciones culinarias y elecciones vinícolas, sino que aprendimos cómo se elaboraban y el porqué del maridaje con dichos caldos.
Kiko diseñó nueve pases a base de productos de temporada, en los que incluyó caza, setas (royal de boletus), trufa fresca laminada, ostras en escabeche, gamba roja (en salmuera), arroz, gazpachos hechos con cresta de gallo (de lo mejor de la experiencia), potrora con pera asada (gran descubrimiento), pescado rico con pesto y ortiguillas de mar, y un panettone de civet de liebre, para chuparse los dedos. Alberto sabe que hay que descifrar al cliente en poco tiempo, mediante una operación casi psicológica y entender en qué momento de la vida está para encontrar un vino que pueda resonar con él. Alberto dio en el clavo. Mención especial para los postres, que llegan cuando ya casi no te cabe más, pero que haces que quepan porque entiendes que son la guinda de un extraordinario pastel en forma de menú memorable.
Muy bien medido el control de los tiempos (el suficiente para dejarte degustar el plato y el justo para que no te impacientes ante lo que está por venir (que, por cierto, siempre llega a tiempo).
Experiencia cien por cien recomendable. Afortunados los que estéis cerca de Cocentaina, porque tenéis a tiro de piedra una casa de comidas en la que te sientes, precisamente, como en casa. Y los que no estéis tan cerca, haced un esfuerzo porque merece la pena.
Agradecemos el buen buen hacer en cocina y en sala, y extendemos nuestra felicitación al resto del equipo que nos atendió. 9/10
viraje guay
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30 Diciembre 2024
DISFRUTAR TIENE SIEMPRE QUE VER CON EL VERBO PALADEAR
La expectativas son siempre una presión añadida a los sentidos de la vista, el olfato o el gusto, ya de por sí bastante presionados cuando de paladear exquisiteces se trata. Las nuestras se vieron colmadas en nuestra visita al restaurante L’ Escaleta, de Cocentaina; un dos estrellas Michelin que superó con nota nuestra siempre subjetiva valoración tras dar buena cuenta de los 6 snacks de bienvenida y los 9 pases en la mesa 0 de la cocina de un local muy bien decorado (amplio, abierto y funcional). Maridamos con 11 vinos diferentes (champagne (exquisito), Jerez (tres diferentes), Blancos de la región del Loira, Santorini (dulce), Rioja (Viña Tondonia) o Alicante (Monastrell). Tanto los platos como los vinos servidos fueron perfectamente explicados por parte del chef (Kiko Moya) y el sumiller (Alberto Redrado). Así que no solo degustamos sus elaboraciones culinarias y elecciones vinícolas, sino que aprendimos cómo se elaboraban y el porqué del maridaje con dichos caldos.
Kiko diseñó nueve pases a base de productos de temporada en los que incluyó caza, setas (royal de boletus), trufa fresca laminada, ostras en escabeche, gamba roja (en salmuera), arroz, gazpachos hechos con cresta de gallo (de lo mejor de la experiencia), potrora con pera asada (gran descubrimiento), pescado rico con pesto y ortiguillas de mar, y un panettone de civet de liebre, para chuparse los dedos. Alberto sabe que hay que descifrar al cliente en poco tiempo, mediante una operación casi psicológica y entender en qué momento de la vida está para encontrar un vino que pueda resonar con él. Alberto dio en el clavo. Mención especial para los postres, que llegan cuando ya casi no te cabe más, pero que haces que quepan porque entiendes que son la guinda de un extraordinario pastel en forma de menú memorable.
Muy bien medido el control de los tiempos (el suficiente para dejarte degustar el plato y el justo para que no te impacientes ante lo que está por venir (que, por cierto, siempre llega a tiempo).
Experiencia cien por cien recomendable. Afortunados los que estéis cerca de Cocentaina, porque tenéis a tiro de piedra una casa de comidas en la que te sientes, precisamente, como en casa. Y los que no estéis tan cerca, haced un esfuerzo porque merece la pena.
Agradecemos el buen buen hacer en cocina y en sala, y extendemos nuestra felicitación al resto del equipo que nos atendió. 9/10
Viraje
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29 Diciembre 2024
Decepción. Quizás fuimos con demasiadas expectativas. Sitio muy agradable y buena atención. La comida nada sorprendente.
Maria Jose Caudet Giner
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18 Diciembre 2024
Restaurante con jardines muy bonitos y buenas instalaciones. Cocina espectacular con Mesa de degustación y cristaleras al jardín.
Servicio muy amable, cercano, profesional, inmejorable, no nos faltó de nada.
Tanto Alberto en la sala, Kiko en cocina y su equipo nos transmitieron su trabajo, esfuerzo y proyecto.
Felicidades! Volveremos!
Ricardo L
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07 Diciembre 2024
Espectacular. Una experiencia, no sólo una comida
gabriel pérez
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12 Noviembre 2024
No me pareció nada superior a otros restaurantes sin estrella. No soy quién para sugerir a grandes chefs y jefes de sala pero sí tengo opinión como cliente.
julio
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11 Noviembre 2024
Local ideal para la celebración de eventos como bodas... El servicio insuperable. Cocina cuidada con producto de mercado.
Jose Sevilla Martínez
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10 Noviembre 2024
Celebramos nuestra boda allí y fue todo fantástico. Pilar, wedding planner de L'escaleta, una auténtica profesional. Julia, la maître del salón de bodas, no puede ser más atenta, simpática y profesional. Kiko Moya y su equipo de cocina 10/10. No pudimos tener un día mejor. Cuando preparas la boda con ellos se te van los nervios de ver la profesionalidad y la confianza que desprenden. Gracias, Gracias y Gracias por hacer de nuestra boda uno de los mejores días de nuestras vidas. Los invitados siguen hablando de lo bien que salió todo. Las instalaciones 10/10. Recomendable 100%.
David GARCIA ALONSO
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07 Noviembre 2024
Local agradable. Servicio amable y muy correcto. Fui con algo de prevención por algunas reseñas leidas. La verdad es que estuvo ben la comida en general, con algunos platos muy interesantes y agradables, y otrso mas anodinos. En un 2 estrellas Michelin, esperaba "algo más", Pienso que con una sola estrella estaría más que bien calificado.
Carlos J
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23 Agosto 2024