las cuevas del carnero en Navalcarnero

Recomiendo vivir la experiencia en las cuevas y así poder opinar uno mismo de lo vivido, leí que ponían que hacía frío, que el camarero era lento.... Para mí estuvo todo genial, amabilidad, atención rápida ,nada de frío en general todo genial, por cierto, pedimos bacalao, revuelto de morcilla con pimientos y cochinillo,ponen bastante cantidad,volveremos a ir.

La comida es muy buena, desgraciadamente el servicio no es lo que era y está última vez, que íbamos a tomar algo, acabamos por irnos sin pedir. El camarero tomó nota de otros que llegaron más tarde, eso sí, les conocía por su nombre, y a nosotros nos tenía esperando en la barra unos buenos minutos. También a otros les puso tapa, y a nosotros absolutamente nada. Así que desagradable cuando se trata así a la clientela, una pena.

Una auténtica joya para los amantes de la buena carne. Desde el primer momento, el ambiente rústico y acogedor te envuelve, y el trato del personal es impecable. Probé el cordero lechal y estaba en su punto, jugoso y con un sabor espectacular. Acompañado de un buen vino y un servicio atento, la experiencia fue inmejorable. Sin duda, un sitio al que volveré cada vez que quiera disfrutar de una comida tradicional de calidad.

Lugar pintoresco , comida normalita

Estuvimos ayer domingo comiendo allí mi mujer, mis dos hijos y yo. Mi mujer y yo ya habíamos comido en las Cuevas un par de veces hace algunos años y teníamos buen recuerdo, por lo que nos apetecía que nuestros hijos las conocieran. La comida estuvo bastante bien, con buen género y buena elaboración, aunque ya sabes que para eso vas a pagar 35€ por cubierto. Pero como son cosas que hacemos de vez en cuando, pues cuando lo hago lo pago con gusto, siempre y cuando la valoración del conjunto sea positiva, claro, y cuando hablo de conjunto estoy hablando del género, de la elaboración, del entorno, del servicio de camareros, de la amabilidad de los mismos, de la agilidad en tiempo entre plato y plato y agilidad en el servicio en general, cosa que es este caso tengo que decir que nos decepcionó mucho porque los tiempos de espera son larguísimos, y supongo que no por culpa del camarero, que creo que era una persona bastante competente, si no por la falta de servicio atendiendo la estancia de las cuevas, o sea, abajo. No sé como hubiera sido el servicio en el comedor de arriba. Los primeros platos no se hicieron esperar mucho. Cierto es que cuando llegamos estábamos prácticamente solos, pero cuando empezó a aumentar un poco el público, el servicio de este camarero se ralentizó muchísimo porque sólo estaba él sirviendo en las cuevas. Los segundos platos se hicieron más de rogar, aunque un poco de paciencia y buen humor por nuestra parte suavizó la mala sensación, pero a la hora de que el camarero nos hiciera caso para solicitar la carta de postres fue un horror, no había manera de pedírsela. Después de veinte minutos conseguimos su atención y se la pedimos, pero pasaron otros diez minutos más hasta que nos trajo la carta. Elegimos postre rápidamente y pasaron otros diez minutos hasta que vino a tomarnos nota de ellos. Después de esto tardó otros quince minutos en traernos dos simples  postres. Lo de encontrarle para pedir la cuenta fue una odisea, y mucho más aun lo de traérnosla. Y ya para rematar la jugada, lo de traernos las vueltas de lo que pagamos fue ya insufrible. Hasta tal punto que me tuve que levantar a buscarle para pedirle que nos las trajera. Todo esto se traduce en casi dos horas y media allí para comer, porque nos sentamos a la mesa a las 14:00h y salíamos de allí a las 16:20h. Además, como en las cuevas hace fresco y la humedad es alta, después de tanto tiempo allí, ya estábamos destemplados y con frío en el cuerpo, hartos de esperar excesivamente por todo. Una segunda lectura de todo esto es que teníamos un poco de prisa para llegar a otro evento, lo cual le transmití al camarero al ver el servicio tan lento que nos estaban dando, pero que no sirvió de nada e hicieron que llegásemos algo tarde a dicho evento. Lo siento pero  "no vale todo",  y un sitio de la categoría de Las Cuevas del Carnero y de su precio, no puede permitirse esas licencias con el público, ya que acabas saliendo de allí con mal sabor de boca y sin ganas de repetir. Como he dicho antes, íbamos con ilusión pero cuando salimos de allí, deseando coger un rayo de sol, yo ya no estaba tan feliz por haber pagado 140 euros por la deseada comida del domingo. Son momentos especiales, por lo te apetece que todo vaya correctamente y salir contento, y salir contento no sólo depende de que la comida esté rica.

100% recomendado !! La comida está buenísima y el servicio excelente . Todos muy amables y siempre pendientes. Volveremos seguro!

Sitio normal, la verdad que no destacó nada. Tardaron 1h en servirnos los segundos porque solo había un camarero para toda la bodega. Tened en cuenta que si coméis en la bodega ahora hace frío, no nos quitamos los abrigos .

Lugar espectacular pero la comida no tanto,el cochinillo pasado y la corteza del mismo imposible de comer el vino denominación Madrid aceptable, el servicio también aceptable. Calidad precio no corresponde, precios elevados, recomiendo el sitio pero la comida no y no porque a los restaurantes se va a comer

Este tipo de bar casi museo siempre digo que deberían desaparecer nunca y así lo mantengo. Comer nunca comí, siempre tomé vinos y cervezas, y alguna ración. Es de carta , no hay menús, pero merece la pena acercarse y ver el garito

Todo perfecto,la atención,el trato y la comida. Muy profesionales, rápidos y agradables. Cordero,ciervo,merluza,vino excelente y postres caseros. Volveremos sin dudarlo!!! Y lo recomiendo,sin duda .