Landa en Burgos

Las habitaciones son bonitas: muebles antiguos de madera, habitaciones grandes y baños de mármol. Sin embargo, los pisos chirriantes y la proximidad del hotel a la autopista lo mantendrán despierto por la noche si tiene el sueño ligero como yo. Vinimos aquí para relajarnos en la piscina. POR FAVOR PREGUNTE si la piscina estará abierta o si hay un evento reservado. Cuando llegamos nos dijeron que la piscina iba a estar cerrada temprano ese mismo día por un evento (a las 5 pm), por lo que solo podríamos estar allí por un corto tiempo. Nos prometieron que la piscina estaría abierta a la mañana siguiente a las 8 am. Pues bien, mientras estuvo abierto estuvieron limpiando las instalaciones del evento del día anterior con un enorme aspirador industrial, moviendo cosas y fregando el suelo. Considerándolo todo, no es una experiencia relajante para nosotros. La gente viene aquí por eso (incluidos nosotros) y fue muy desafortunado que no nos avisaran desde el principio, ya que probablemente hubiéramos cambiado o cancelado nuestra reserva. Ubicación: El edificio es hermoso. Art déco antiguo, muchas salas con sofás y muebles encantadores. El restaurante también es bonito, un poco caro pero en general agradable. En el lado positivo, si te alojas en el hotel, te dejan pasar la cola. El único problema es la ubicación en sí, en la autopista (lo que significa que se escuchan autos de fondo todo el tiempo), y tienes que tomar el auto para ir a cualquier parte.

El entorno y la suite eran magníficos, y una mención especial para la increíble piscina con chimenea: ¡una verdadera ventaja! Pero la experiencia en la recepción realmente empañó nuestra estancia. La señora de recepción estuvo lejos del nivel esperado en un hotel de este nivel: apenas nos mostró la habitación antes de irse, sin ninguna explicación sobre el check-in, el wifi o la organización de un taxi para la salida. Tuvimos que hacer todas las preguntas nosotros mismos y sus respuestas no fueron profesionales, lo que refleja su incapacidad para manejar todo. También estuvo presente por la mañana y por la noche durante toda la estancia, siendo difícil saber cuándo estaba descansando. En el restaurante, los precios son excesivos para lo que se sirve: un escalope pequeño, cuatro espárragos, agua con gas y un postre sin sabor por más de 70 euros. Decepcionante para un establecimiento de esta categoría.

Un buen sitio para visitar una vez cada tanto. Comida básica presentada como grumete. Bastante caro para lo que ofrece.

Elegante, pero tardan muchísimo en atender en la cafetería. Da la sensación de que les falta personal

Ubicación para desconectar perfecta. El mobiliario está viejo para lo que cuesta el hotel. El servicio esta bien, había leído reseñas malas, pero a nosotros nos trataron bien, solo destacar que estuvimos en la piscina más de una hora, pedimos 3 veces que nos encendieran la chimenea y no nos hicieron caso.

Mi visita al restaurante Hotel Landa fue una experiencia maravillosa. Empezamos con una deliciosa ensalada de tomate, fresca y llena de sabor. Luego, probamos el lechal de cordero, que estaba en su punto, tierno y jugoso, acompañado de un vino de la casa que complementó perfectamente los sabores. Para finalizar, disfrutamos de un postre de mil hojas caramelizado, que estaba simplemente exquisito, acompañado de un espresso cortado que cerró con broche de oro la comida. El ambiente fue muy acogedor y el servicio, excelente.

Hoy he vuelto al Landa, parada obligada con mi padre hace ya unos cuántos años. Ha sido un emocionado homenaje que ha sido posible gracias a la gentileza y amabilidad que me encontré. Elvira Manel, gracias por ese inesperado regalo de ternura, calidad, y calidez. Que la vida sea tan generosa contigo como tú hoy lo has sido conmigo.

Hotel con encanto con parada obligatoria. Habitaciones bien mantenidas y limpias. Piscina con buena temperatura y eso que el día que estuvimos, hacía mucho frío en Burgos. Lo único malo, es que se nota que hay mucho trabajador eventual, que les da un poco igual todo...

É bom lugar para comer durante a viagem. Os enchidos são bons. As doces são saborosas e cheias. O atendimento é muito bom.

La comida está bien pero no es excepcional. Comimos dos veces y cenamos porque estábamos en el hotel. El servicio es antipático, lento y poco servicial. Todos con cara de vinagre. A los 20 min no nos habían ni preguntado por bebida. Los platos además son caros para lo q son. Y en la zona cafetería aún peor.