Lagarejo Rest&Bar en Valladolid

Todo muy bueno. Reconozco que al entrar me pareció un poco frío y lo de las mesas y sillas altas no me gustó, pero una vez sentada vi que eran muy cómodas y cuando empezó a salir la comida que está tan buena cambie mi opinión. Un lugar al que hay que ir a comer en Valladolid, comida espectacular, muy rica y la atención también muy buena. Comimos mejillones, alcachofas, callos y calçosts todo riquísimo. Y los segundos que fueron solomillo, carrilleras y huevos a baja temperatura muyyyy buenos. Y que decir de los postres de los mejores que he comido.

Para celebrar San Valentín fui con mi pareja a este restaurante que prometía producto y elaboración de calidad. El restaurante es muy pequeño, 12-14 comensales, pero bueno, funcionalmente elegante. La carta es pequeña también, aunque hay algunos platos fuera de carta que con buen criterio te los indican CON SUS PRECIOS, y no hay que andar preguntando que siempre parece que quedas de cutre, pero mientras no sea ministro o asesor tendré que seguir preguntando. Entrando al lío, pedimos tres platos a compartir y un espumoso del Loira con muy buena relación calidad-precio. El primer plato fue un matrimonio de anchoa y boquerón. La anchoa perfecta de tamaño y trabajo, el boquerón correcto y la mermelada de pimiento y salmorejo acompañaban muy bien. Tamaño correcto también. El segundo fue un plato de alcachofas de temporada fritas con jamón y fua. Me gustó, cantidad correcta y buen sabor. El tercero fue un Steak tartar de solomillo con una muy buena confección y punto de ácidos, picantes, etc… muy recomendable. El precio de todo fueron 103€. Ligeramente caro para no haber tomado postre, pero correcto dentro de un margen. En general me ha parecido un restaurante muy decente para volver y pedir otros platos de la carta que nos parecían también atractivos.

Para celebrar San Valentín fui con mi pareja a este restaurante que prometía producto y elaboración de calidad. El restaurante es muy pequeño, 12-14 comensales, pero bueno, funcionalmente elegante. La carta es pequeña también, aunque hay algunos platos fuera de carta que con buen criterio te los indican CON SUS PRECIOS, y no hay que andar preguntando que siempre parece que quedas de cutre, pero mientras no sea ministro o asesor tendré que seguir preguntando. Entrando al lío, pedimos tres platos a compartir y un espumoso del Loira con muy buena relación calidad-precio. El primer plato fue un matrimonio de anchoa y boquerón. La anchoa perfecta de tamaño y trabajo, el boquerón correcto y la mermelada de pimiento y salmorejo acompañaban muy bien. Tamaño correcto también. El segundo fue un plato de alcachofas de temporada fritas con jamón y fua. Me gustó, cantidad correcta y buen sabor. El tercero fue un Steak tartar de solomillo con una muy buena confección y punto de ácidos, picantes, etc… muy recomendable. El precio de todo fueron 103€. Ligeramente caro para no haber tomado postre, pero correcto dentro de un margen. En general me ha parecido un restaurante muy decente para volver y pedir otros platos de la carta que nos parecían también atractivos.