Lagarejo Rest&Bar en Valladolid

Los puerros braseados con la salsa romesco, sencillamente espectaculares; los mejillones de Bouchot, una caricia salina de otro mundo; el matrimonio de anchoas, boquerones y pimientos confitados, una unión tan perfecta que uno solo desea que celebren sus bodas de oro (o de roble) por todo lo alto; el steak tartar de solomillo de vaca vieja, preciso, honesto, en su punto (aunque yo hubiese servido el pan tostado con algo de mantequilla); y el Carmelo Rodero, ¡brindando por la vida misma! Pero, como siempre (en la mesa y fuera de ella), lo que de verdad marca la diferencia es el trato humano: ese ingrediente invisible que convierte una buena experiencia en un recuerdo que se queda a vivir contigo. Creedme, eso no es cocina, es auténtica alquimia emplatada, de la que convierte lo cotidiano y lo natural en algo memorable. ¡Gracias a todos los que colaboráis (en cocina o en sala) y os esforzáis a diario por hacer las cosas con tanto cariño! Que cunda el ejemplo en cualquier sector, por favor. Hagamos lo que hagamos, hagámoslo con amor. Volveré una tercera vez. Os lo prometo.

Local acogedor. Con muy buena relación calidad precio. Cocina de alta calidad y el personal amable y atento

Local acogedor con platos muy elaborados, buena relación calidad precio. Personal muy amable. Volveremos muy pronto.

Maravilloso. La comida, excelente; el trato, genial. Un 10. Comida con un sabor increíble sin hacer "ruido", sin disfraces... Todo lo que comimos estuvo increíble. Precio acorde con la calidad.

Sinceramente sorpréndete, de un gusto exquisito. Por fuera no parece gran cosa, pero el interior te sorprende que buen gusto q buena decoración y la atención de 10

El trato es inmejorable y la comida expectacular !!! No se puede poner pegas !!