Nunca he probado una pizza, una focaccia y un calzone napoletano, tan buenos. Una masa espectacular. Y los ingredientes.
El dueño del negocio, encantador.
Comida exageradamente buena, calidad precio muy bueno, camarero muy simpático, personalmente una buenísima opción. Sobretodo es para llevar, pero dispone de dos o tres mesas para cuatro personas cada una. Limpio y acogedor.