La Txuleteria del Iraeta en San Sebastián

Hemos estado comiendo un grupo de seis amigos, nos pedimos,hongos con yema (sabor un poco raro), pimientos rellenos de bonito (mejorables), pimietos padron (bien), tomate en ensalada (calidad baja) y chuletas de vaca (muy buenas de sabor y terneza, en su punto) ,bebimos 2 botellas de sidra y agua , la atencion del personal muy bien. En cuanto a la relacion calidad precio, salimos sobre 38 euros por persona, mejorable pero lo asumimos por la calidad de las chuletas. No tomamos ni postre ni cafes. NOTA: Lo que menos nos gusto fue la calidad del tomate.

Fuimos sin conocerlo porque era de las pocas opciones para cenar un domingo. Pedimos una tabla de quesos, unos pimientos piquillos, pimientos de padrón y la chuleta. La tabla de quesos bien, los pimientos piquillos pocos para el precio y la chuleta muy buena. No entiendo cómo no se sirve junto a unas patatas, es el primer sitio en el que me pasa. La panchineta no recomendable. 50€/pax

Txuleta riquísima. Una pena que no tuvieran patatas fritas

Todo bien en general pero es un menú como muy cerrado, y la verdad por el precio que hemos pagado comemos mejor en otras sidrerias y más económico no sé. No me convencio.

Somos clientes asiduos, todo muy rico rico …tanto la persona que atiende el tfno como los camareros muy atentos … así da gusto !!! Seguir así J. G.

Buenísima chuleta , los camareros súper atentos y muy agradables . Sin duda volveremos

Es un sitio pequeño pero con mucho encanto pedimos unas setas con yema de huevo y un chuleton que es la especialidad de la casa, estaba todo muy bueno, la atención recibida fue muy agradable.

Personal muy amable. El espacio es sencillo, con mesas grandes y es posible que tengas que sentarte con otros grupos. Comimos filete mucho mejor en nuestro viaje al País Vasco.

¡Increíble experiencia en este bar-restaurante! Desde el momento en que llegamos, el trato fue impecable. La camarera fue encantadora y nos explicó que aquí la especialidad es la chuleta como plato principal, y lo que había que escoger eran los entrantes, algo que nos encantó. Además, nos mostró la pieza de carne antes de cocinarla para asegurarse de que estuviésemos conformes y después tras cocinarla nos dio un trozo a probar, por si queríamos que nos la hiciesen más, un detalle que demuestra su atención al cliente. Estábamos pensando en pedir más entrantes, pero la camarera, muy honesta, nos aconsejó que con lo que ya habíamos elegido sería suficiente para disfrutar de la chuleta sin excesos. Fue un gran acierto seguir su recomendación. La chuleta estaba espectacular, en su punto justo, y los entrantes que elegimos fueron el complemento perfecto, tanto la sabrosísima ensalada de tomate, como los deliciosos pimientos de padrón. Durante la cena, la camarera estuvo pendiente de todo: nos ofreció pan, se aseguró de que tuviéramos siempre bebida y de que todo estuviese a nuestro gusto. Si buscas un lugar donde la calidad de la comida y la atención al cliente sean de 10, este sitio es más que recomendable.

Locale piccolo (prenotazione stra-consigliata) e spartano, dove prevale certamente la sostanza. Lo schema è: ti siedi, quantifichi la carne (epicentro del ristorante) che desideri, temporeggi con i piatti “interlocutori” (ottimi i pomodori, gli asparagi, i carciofi con jamon), ti spari le bistecche. Le bistecche galiziane arrivano con tempi un po’ dilatati ma sono strepitose e cucinate a regola d’arte. Servizio un po’ alterno (certe richieste vanno a volte perpetuate), mentre il titolare è un Personaggio vero, burbero ma molto capace. Secondo me rapporto Q/P molto interessante.