La Tinaja en Barcelona

¡Siempre a la altura con el servicio, la comida y las recomendaciones de vinos! Llevo 4 años viniendo y nunca me ha decepcionado.

Excelente, ¡no hay otras palabras para describir este lugar! Una joya escondida en el corazón del Born, personal súper amable y una gran selección de vinos (el chico atrevido es un auténtico maestro en vinos). Muy recomendable.

Me encanta La Tinaja, es un sitio con auténtico sabor gourmet. Lo mejor es que, aunque está cerca de zonas tan concurridas como Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera, se encuentra en una calle tranquila, por lo que es un refugio perfecto y además es fácil de localizar. Su carta es un acierto, con una gran variedad de tapas donde siempre encuentras algo delicioso que probar. Lo que más valoro es que, sin ser un restaurante caro, la relación entre la calidad de la comida, lo razonable de los precios y el buen servicio hace que merezca muchísimo la pena. Es un lugar que acepta tanto pago con tarjeta como en efectivo, lo cual se agradece. Eso sí, mi recomendación es que no te arriesgues y reserves mesa, especialmente si piensas ir en fin de semana. Tiene un ambiente muy tranquilo y familiar, ideal para una comida relajada. Y si no se te ocurre qué pedir, siempre puedes echar un vistazo a su Instagram, que te da muy buenas ideas.

Comimos muy rico aquí. No puedo decir nada más.

Este lugar es increíble. Volvimos dos noches seguidas. La comida estuvo increíble, el vino también, el personal fantástico y la decoración del edificio es impresionante, incluso en un edificio antiguo.

Muy lindo lugar, ambiente maravilloso, buena comida y selección de vinos.

La comida estaba riquísima, el ambiente era agradable, el personal atento y nos dio algunas explicaciones en inglés, aunque no bebimos alcohol. Disfruté especialmente de las salchichas al ron, el bacalao y las patatas. Para dos personas, la comida estuvo bastante bien. Es recomendable llegar temprano para conseguir mesa o reservar. Había muchas reservas, incluso entre semana.

No suelo dejar malas reseñas, pero sentí que la gente debería tener una buena representación con todas las reseñas de cinco estrellas. Comí solo, lo cual entiendo que no es una gran fuente de ingresos para el establecimiento, pero me sentí ignorado durante toda mi estancia. El camarero con el que hablé al principio fue encantador y me pidió que volviera en 45 minutos para conseguir una mesa, ya que estaban llenos. ¡No hay problema, no me importa en absoluto, y es totalmente comprensible! Sin embargo, una vez sentado, la camarera tardó 25 minutos en atenderme. Luego, otros 20 en tomarme nota. Cuando pedí recomendaciones de vinos para los múltiples platos que pedí, no tenía ninguno excepto "tinto" o "blanco". Intenté preguntar por los platos por los que eran conocidos y me recomendó las salchichas. Pedí con gusto y, después de una hora, seguían sin llegar. El pan con tomate estaba quemado. Sentí que me estaban dando los restos de la cocina porque estaba solo. Finalmente pregunté por la salchicha y me dijeron que ya venían, pero ya había terminado todos los demás platos y el vino. Al final les dije que lo cancelaran. Ni me molesté en preguntar por la carta de postres. La comida estaba bien. El vino, bueno, pero no tengo ni idea de qué era. No volvería. Sin embargo, el anfitrión, desafortunadamente no sé su nombre, fue muy amable, y eso hay que tenerlo en cuenta, considerando el mal servicio.

Nos lo pasamos genial en este restaurante de tapas. El ambiente es estupendo y los camareros son muy amables y atentos. ¡Un lugar para recordar! Sin duda, volveremos.

Un lugar espectacular. Personal amable que transmite la sensación de ser un dueño. Ingredientes de altísima calidad, platos clásicos elaborados a la perfección. Una selección de vinos increíble.