La Pinta en Sevilla

Bar de tapas muy agradable para comer o desayunar

Fuimos a comer 4 amigos y la verdad la comida esta rica, pero pedimos la mayoría de cosas fuera de carta, por ejemplo calamares con arroz negro y friturillas del campo, el calamar estaba rico y era grande, pero las friturillas con gambas parecían congeladas y el poco arroz negro tampoco estaba muy allá, para la cantidad/calidad nos pareció algo caro. Y el plato de arroz 30€, bastante caro. La pinta nos pintó la cara Pero sobre todo la milhojas de solomillo al Pedro Ximenez fue un total error pedirlo, un contraste bastante raro y la “salsa Pedro X.” Para nada acertada ni parecida al Pedro X. Tenia muchisimo paté y la verdad que a ninguno nos gustó

Comida muy rica y buen servicio

Un lugar muy agradable , la camarera Cristina un encanto de persona . 100% recomendado . La comida un 10000

Demasiada carga para tan pequeño local, la cocina es algo creativa, si el tiempo lo permite la terraza exterior es un desahogo

Las porciones de las tapas son pequeñitas

Está muy bien,la comida es de calidad,el servicio también y se está en un ambiente que está muy bien.

Recomendable 100% Tapas con cantidad y la relación calidad precio es bastante buena. Si vais entre semana está súper tranquilo.

Muy buena calidad, sabor y presentación con un servio tardío que charla en exceso con los amigos mientras esperamos a ser atendidos y cuando vienen a tomar nota se molestan porque se les explica esto anterior.

Quedamos para unas tapas improvisadas por zona y decidimos ir a este lugar que hasta el momento siempre que he ido ha sido un acierto. No muy grande en su interior, calculo que no hay más de ocho mesas y con una terraza agradable, en época invernal no muy grande al estar cubierta, pero en verano es más amplia y se está genial. Tiene una carta extensa y variada, de cocina típica de la restauración sevillana. Pedimos todo para compartir, comenzamos con una ensaladilla, estaba buena, aunque no destacable. Seguimos con unas croquetas variadas, doradas, con algo crujientes y cremosas en su interior, de sabor buenas, nos gustaron bastante, sobre todo la de puchero. Para ser perfectas les faltaban un punto más crujiente a la cobertura. Para finalizar pedimos una ración de presa que estaba realmente espectacular. El sabor y terneza de carne era de diez y su cocinado perfecto. Nos encantó y para mí se ha convertido en un obligado cuando pase por allí. Lo comentado con varias rondas de bebidas ascendió a 62.30. Relación calidad/precio correcta.