La Onda en Murcia

Una vez más hemos vuelto a la Onda y todo magnífico acompañado de la buena y maravillosa atención de Isabel.

Comida muy bien y buen precio. Los champillones rellenos obligatorio. El servicio muy atento y simpatico

Ambiente familiar, servicio de 15 y comida de 20. Por mi parte destacar los buñuelos de bacalao, foie con tostas y solomillo ( super tierno). Todo lo que ponen está espectacular. Nunca fallas eligiendo La Onda.

Muy buen restaurante en el centro de Murcia. Raciones abundantes. Producto de buena calidad. Ambiente agradable. En servicio

Hemos acudido seis personas entre ellas tres de avanzada edad con sus manías y limitaciones a la hora de poder comer de todo. He de decir que Maria José nos ha atendido estupendamente y todo lo que nos ha recomendado riquísimo. Gran profesional con mucha paciencia ,entusiasmo y una sonrisa solventando todas nuestras dudas y ajustándose a lo que necesitábamos. Los entremeses, platos principales y postres exquisitos y el servicio rápido y atento. Hemos pasado un rato muy agusto . Gracias !!

Un restaurante de toda la vida con buena materia prima. Son todos súper agradables pero el más simpático es el señor mayor, nos atendió fenomenal y nos recomendó lo mejor de la carta. Muy recomendable.

Realicé mi graduación de máster y nos atendieron genial. Servicio premium, comida top y facilidades magníficas. El camarero Juan fue lo mejor de la cena. Enhorabuena por su trabajo

Excelente atención, mucha amabilidad ñ, lugar acogedor

Sencillamente expectacular, sin duda la mejor representación de la comida en Murcia y un servicio super

Todos los años comemos en este restaurante por su calidad, sabor y buen trato, pero este año me llevé la sorpresa de que algo había cambiado. Manuel, quién nos atendía todos los años con una amabilidad exquisita no estaba, y a cambio casi todo en personal era desconocido. La camarera que nos atendió principalmente (Sandy) fue buena y atenta, no tanto alguna compañera que pasó por allí que le faltaba algo que pulir en el trato a los clientes. Y el como fue cuando nos trajo el vino el dueño que, no sólo no lo dió a probar, lo cual es extraño en un local de esa categoría y precio, sino que dejó la botella encima de la mesa y... "sirvete tu mismo". No soy nada estirado, pero dejó la botella en la mesa con el mismo estilo que los taberneros del siglo XVII entre clientes cantando ebrios. Para mí ha perdido mucho este restaurante pues el precio que tiene es para dar otro servicio de más clase. Un menú de 55 euros debe dar una mejor calidad humana. En cuanto a la comida, la buena calidad de siempre. ¡Lastima!