La Més Cabuda en Valencia

La comida estaba deliciosa, se nota la calidad desde el primer bocado. Todo exquisito, cada plato preparado con esmero y sabor auténtico. ¡Muy recomendado!

Bien ubicado. Los bocadillos originales, diferentes a lo habitual, pero muy buenos. Muy amables y organizados. Estuve un domingo por la mañana, el día de la cartera popular de las fallas. Había varias grupos, pero se organizaron y nos sirvieron a todos, sin tardar. Recomendable.

Excelente experiencia. El arroz estaba en su punto, con un sabor delicioso, y el servicio fue espectacular: atentos, amables y rápidos. Se nota el cariño en cada detalle. Sin duda volveremos. Y recomendaremos😍

La comida espectacular, las bravas especiales y la ensaladilla con encurtidos para chuparse los dedos y el arroz de pato y setas buenísimo uno de los mejores sitios en el centro de valencia.

El personal muy amable y la comida buenisima

Buen almuerzo en pleno centro de Valencia. Personal amable y atento, el almuerzo de panceta 🥓 a baja temperatura muy bueno, el pan muy correcto. El cremaet mejorable pero todos los que almorzamos quedamos satisfechos.

Tienen almuerzo diario a un precio competitivo, pero cuidado que en fallas lo suben el doble de precio. Si vas a las 11:30 ya no es precio único de almuerzo, te cobran bocadillo, bebida y café por separado

Entramos a las 11 de la mañana a desayunar unos bocatas riquísimos con sus cervezas… y al final nos dieron las 8 de la tarde ahí sentadas 😂. El bar es súper acogedor y el personal, todo mujeres majísimas, te hacen sentir como en casa desde el primer momento. La dueña un amor, se nota el cariño en todo. De esos sitios que cuesta levantarse de la mesa. ¡Repetiremos seguro! ❤️

Podria extenderme mucho pero....comida aceptable/bien y ya,no creo que repita.

Si hay una tradición que define el alma gastronómica de Valencia, es sin duda el esmorzaret. Y en LA MÉS CABUDA esta costumbre se convierte en una auténtica experiencia. Desde el primer bocado, se nota el cariño con el que se prepara cada bocadillo: ingredientes frescos, sabores intensos y ese toque casero que solo se encuentra en los lugares con historia. El ambiente es acogedor, ideal para compartir risas y buenos momentos entre amigos o compañeros de trabajo. La variedad de bocadillos es impresionante, pero el friky merece una mención especial. Y para rematar, el cremaet —ese café con ron que es puro ritual— se sirve con maestría. Un lugar donde el almuerzo no es solo comida, sino cultura, tradición y sabor. ¡Imprescindible para quienes quieren saborear Valencia desde su corazón más auténtico!