La Jamoneria en Oviedo

Lugar espectacular. Casa de comidas con mayúscula. Pasión y dedicación en casa detalle reinan en esta taberna. Carta bastante extensa y con fueraa de carta para pedir todos. Fuimos 4 personas previa reserva, casi obligatorio. Cercano a plaza america, parabir caminando, próximo al Calatrava y con escaso aparcamiento cerca. Barra, cañero y unas 6-7 mesas. Pedimos tomate con sardinas anchoadas, pimientos asados con bonito en temporada (los pimientos estaban riquísimos), salteado de setas con salsa y un huevo (la salsa para bebersela y el huevo de gallina feliz no falla), tortilla de bacalao (espectacular, lo dicho, huevos de gallinas felices y buen bacalao, riquísima). Pedimos varias cañas vinos y aguas, las cañas perfectamente tiradas, digno de mención. Y los postres, viene lo fuerte, de las mejores tartas de queso de oviedo y una especie de helado de frutos rojos te quemados riquisimos. Servicio encantador, muy atento, sirven rápido. Además fue un placer volver a verles, por circunstancias ya les conocía y fue una alegría, volveré a verles más seguro, me quedan por probar las carnes! Baños muy limpios. Totalmente recomendable, ir a cenar o de tapeo a la barra, podría ser uno de los infaltables de Oviedo.

Me ha sorprendido muy gratamente este restaurante. Reservamos con un par de días de antelación para cenar un día entre semana. El restaurante cuenta con una zona de barra y un pequeño comedor clásico con manteles de tela. La carta ofrece amplia variedad de producto asturiano. Nosotros pedimos: tomate de la huerta, cecina de León, croquetas de jamón y pulpo con cachelos. Dejamos sitio para pedir medio postre de requesón con miel y nueces. Todo muy bueno. Positivo: servicio muy amable y eficaz. Mencionar que las cantidades son muy grandes. Es posible pedir medias raciones. Muy buena relación calidad-precio: 25€ persona. Para repetir.

Si te gusta comer bien, sin duda la jamoneria

Visité este restaurante para cenar y debo decir que fue un descubrimiento maravilloso. La comida es de primera calidad, preparada con esmero y llena de sabores auténticos. El atento y apasionado dueño nos guió paso a paso en este delicioso viaje culinario. Empezamos con una fresca y sabrosa ensalada de sardinas, seguida de un tierno y exquisitamente sazonado pulpo a la feira. El siguiente plato, una especie de pastel de carne de atún, estaba simplemente divino. Concluimos con unos postres increíbles, todos acompañados de un excelente vino rosado que realzó cada plato. Mis más sinceras felicitaciones al chef y a todo el personal: ¡bien hecho, sigan así!

Simplemente increíble, servicio, atenciòn, comida….no se si querrán estrella Michelin, pero merecen todo el cariño del mundo… gracias por un momento delicioso….😍

Establecimiento muy recomendable para tomar un vino con unas buenas tapas. Me encanta ir los viernes a tomarme un vino o una caña con chorizo, jamón, queso, etc. Muy buena atención. 100% recomendable.

Muy buena experiencia. El personal muy atento, la comida muy rica. Muchas opciones sin gluten.

Como hacía mucho que no íbamos, por las circunstancias que ocurrieron, teníamos tantas ganas que después de muchos intentos conseguimos reservar y volver a disfrutar de la comida y del buen hacer de esta familia en su Rte. Estaba todo tan rico como siempre : cecina, jamón, croquetas, chuletón, requesón con miel y nueces, milhojas de fresas con nata, vino, … En fin, una delicia volver!!

Tanto el trato como la comida, espectaculares. Estaba todo muy rico, nos sirvieron rápido, las mesas eran muy amplias, y el precio fue más que razonable. Si conseguimos volver a reservar, cosa complicada, repetiremos sin ninguna duda.

Encaminándose a coronar la ultima subida que da salida desde la ciudad de Oviedo hacia la antigua carretera de La Coruña,descubrimos este rincón de buen yantar. De apariencia pequeña al llegar la entrada, nos encontramos con un acogedor espacio muy bien distribuido donde un grupo determinado de comensales pueden disfrutar de una comida o cena con buena comodidad. Una carta (no tienen menú) donde se aprecian las exquisiteces de la tierra con apetecibles notas de personalización en sus platos. Personal que se desvive por que tu visita se convierta en una explosión de razones, experiencias y sabores de lo más agradable. De ello se encargan sus dos barmans/personal de comedor, que hasta ese instante final, y no lo digo por la cuenta, te van a congratular. Eso sí, llamar para reservar. El aforo es limitado y una de las premisas de La jamonería es atender lo máximo y eficazmente a sus invitados Otra apuesta más en la Vetusta de Clarín. Muy recomendable