La Huerta en Villalonga

+ desayuno top y personal agradable

Enclavado dentro del pueblo en una calle pequeña, el interior es espectacular, comida de calidad y sabrosa, servicio muy bueno con gente simpática y atentos, recomendable por la situación a pies de la montoña y a 15 minutos de la playa.

El sitio está una pasada y la gente que trabaja allí espectacular 👌, teníamos un spa pero era muy cutre no me gustó nada, pero eso no desmerece nada el sitio, el desayuno para 2 personas comen perfectamente 3, tiene una decoración para flipar , si le puedo poner alguna pega a mi habitación se la pondría a la cama que yo estoy acostumbrado a una cama grande pero aun así y todo RECOMENDABLE 100%. Si voy por allí sin duda esta será mi parada.

Aún no hemos estado en el hotel, pero parecía agradable. Vinimos por el restaurante pero no puedes darle una reseña aparte. El menú era simplemente fantástico, cada plato estaba muy sabroso y bien preparado. La verdad es que no he comido tan bien muchas veces en España, donde la cocina suele ser mediocre en este rango de precios.

Es un sitio precioso y encantador, pequeño acogedor, el unico problema es que las habitaciones no están insonorizadas y se oía mucho.... a la gentecque estaba en otras habitaciones

Nos encantó sin duda lo recomendaría muy hermoso el hotel

Pasamos una tarde noche y lo cierto es que nos atendieron súper bien. Muy amables y serviciales con un trato especial. Recomiendo el arroz de pato , la comida fue Top10. La cena y el desayuno al mismo nivel. Recomiendo visitarlo. Volveremos seguro. Un saludo a todo el equipo.

Alojado este fin de semana con mi mujer Lorena Blasco,la experiencia excelente,nada más llegar nos ofrecieron cambiar de habitación y la verdad maravilloso trato exquisito,muy limpio desayunos estupendos la comida impresionante y la amabilidad del servicio, totalmente recomendable y por supuesto nosotros repetiremos,gracias por todo casa babel

Nuestra experiencia aquí fue en el restaurante, en el que conforme pasas la puerta te ves rodeado de un ambiente rústico, pero con detalles cuidados al milímetro, que te dejan claro que no se trata de un restaurante más. Esta joya escondida en un pequeño pueblo de La Safor derrocha encanto y transmite una calidez que en pocos minutos te hace sentir como en casa. Un lugar acogedor, no sólo por su ambiente tranquilo, sino también por su servicio y, por supuesto, su deliciosa comida. La palabra menú muchas veces te hace pensar en platos preparados con demasiada antelación y descuidados por la costumbre de hacerlos repetidamente. Pero no fue el caso, porque los entrantes llegaban a la mesa con una presentación excelente y después el sabor de cada plato confirmaba lo que los ojos habían anticipado. Y eso no era nada, porque quedaba la guinda del pastel, ese arroz meloso de pato y foia que nos dejó sin palabras. Si sabéis lo que es mojar barcos, os imaginaréis cómo quedó ese caldero de limpio antes de volver a la cocina. Aparte, la camarera fue muy atenta en todo momento y, aunque su presencia pasaba desapercibida, todo ocurría en el momento adecuado, como si estuviera cronometrado. Volveremos, a repetir ese menú y a probar otras cosas.

Celebramos el cumpleaños de mi esposa con una noche y cena en el restaurante. Ambiente acogedor y comida maravillosa. El servicio fue excelente. La ciudad de Villalonga era bastante aburrida no mucho para inventar o ver. La gran victoria fue el hotel y el restaurante que hizo la excursión a una bonita experiencia.