La Hosteria en Boadilla del Monte

Nos alojamos aquí por una reunión de empresa. El hotel tiene mucho encanto y es muy tranquilo. El servicio es excelente y la comida es espectacular. 100% recomendable

No tenemos palabras para describir lo maravillosa que ha sido la experiencia de celebrar nuestra boda en el Convento. El equipo es extraordinario, en particular el trabajo de Inma, Paloma y Belén gestionando todo y haciéndolo todo más fácil, y el de Laura como maître del servicio que hizo todo fuera rodado e increíblemente bien. Si queréis que vuestra boda sea maravillosa, yo no tendría ninguna duda. Nos casaríamos una y mil veces más en este lugar. ❤️❤️❤️

Acabamos de celebrar nuestra boda en el Antiguo Convento y esta mañana nos hemos ido con lágrimas de felicidad y tristeza por saber que no podremos repetirlo. Desde el principio una gran profesionalidad, el sitio impresionante, con cada visita enamorándonos más. Llega el día de la boda y todo genial, los previos al inicio de la ceremonia hasta el cierre del baile. No nos preocupamos de nada y nos fueron guiando en todo momento. Y como broche final, poder dormir en la suite más grande de todo el complejo. Millones de gracias a Inmaculada, Paloma, Laura, José Manuel, Rubén... Y todo el equipo que hace posible que todo salga redondo.

Bello, elegante y los ambientes, salones, jardines, muy cuidados.

El lugar es absolutamente hermoso y la calidad de la comida es muy buena (excepto por el café, que los camareros se sintieron incómodos al servir porque estaba aguado y de color caramelo claro, no negro). El día de la degustación todo estuvo perfecto, pero solo pude hablar de la cena, ya que no ofrecen degustación del cóctel ni de la recena, lo cual es una pena. Como novia, no comí nada y no pude probar antes, y tampoco ofrecen comida para el día siguiente, algo que otros lugares sí hacen. El día de la visita, dijeron que podíamos adaptar el menú y tener opciones brasileñas. Pedimos cambiar dos ítems del cóctel por croquetas brasileñas y no fue posible; nos sugirieron que trajéramos nuestra comida extra para calentar en el horno. Esto me sorprendió, considerando el costo del menú. Durante el cóctel y la cena, Laura fue impecable, pero no hubo seguimiento después. Nos dijeron que subiésemos a nuestra habitación y que pronto nos llamarían para la fiesta, pero eso no ocurrió. Bajamos solos y, tras 35 minutos de espera, un hombre vino a buscarnos y avisó al DJ. Perdimos casi una hora de fiesta y varias canciones que elegimos cuidadosamente. Antes de la ceremonia, no había nadie para orientar a los invitados, que no sabían por dónde entrar. La limonada de bienvenida estaba en un lugar de difícil acceso y la mayoría no la vio; tuvimos que anunciarlo por micrófono. La persona que nos atendió llegó tarde y la maquilladora se fue por falta de orientación. Inmaculada, quien nos atendió, es excelente, pero salió de vacaciones y tuvimos que explicar todo de nuevo a su compañera, lo que generó desconfianza. Nos dijeron que habría alguien para cuidar los detalles, pero solo había personal de cocina. Sugiero que, si eligen el convento, contraten a alguien para que los ayude y eviten la sensación de "abandono" que experimentamos. También pidieron permiso para hacer fotos y publicar en Instagram, pero no hubo ninguna mención de nuestra boda, ni un correo después. Falta un poco de marketing post-venta. Finalmente, el mantel de la ceremonia estaba muy arrugado. Ya había visto fotos en esa condición y pedí que tuvieran cuidado, pero sucedió. Al verlo, me dio vergüenza por el tipo de lugar. Afortunadamente, coloqué decoración extra para que no fuera tan visible. También recibimos una suite de regalo, pero el desayuno llegó a la puerta sin previo aviso y se quedó allí hasta que nos dimos cuenta, así que el café estaba frío. Aunque estos son detalles menores que frustran a quienes planifican durante meses, los invitados quedaron encantados, salvo por el café de mala calidad. Señalo esto para evitar frustraciones. ¡Si buscan solo un lugar bonito y buena comida, está bien!

Un gran lugar para bodas, bautizos, vacaciones, la comida es genial.

Estuvimos en la celebración de una boda, el sitio es maravilloso, tiene unos rincones preciosos, muy bien cuidados y decorados, la ceremonia se celebró en el antiguo claustro y estuvo muy bonita y emotiva. Después disfrutamos de un cóctel en uno de los jardines, la atención por parte de los camareros exquisita y la comida que nos sirvieron espectacular. Después cenamos en uno de los salones, e igual, una atención exquisita y la comida estaba riquísima. Terminamos en un salón subterráneo habilitado como discoteca, y más de lo mismo, muy buena atención y música variada y muy actual. No puedo valorar las habitaciones pues no estuve alojado, pero sin duda seran igual de maravillosos que el resto de instalaciones. Sin duda un sitio extraordinario donde celebrar cualquier evento.

Es un convento de 1654 convertido ahora en hotel y restaurante, suele haber bodas casi todas las semanas. Está muy cerca del palacio del Infante Don Luis (S. XVIII y monumento nacional), y de la cada de aves de dicho palacio conformando un conjunto histórico-artístico muy recomendable.

Estuvimos en una boda y nos encantó. El servicio, ambiente y trató. Da mucho juego los distintos espacios.

Celebramos nuestra boda ayer y no podemos estar más contentos. Tanto Paloma como Inma, muy atentas en todo momento y poniendo facilidades, no solo el día de ayer sino en los meses y días previos. La maître Laura fantástica llevando genial el tiempo del evento. La comida espectacular (cuentan con cocina propia) y los camareros perfectos. En la discoteca todo fue muy bien también. Espacio suficiente para los 160 invitados en varios ambientes. Sin duda ha salido todo mejor de lo que habíamos pensado. Lo recomendamos 100%. Los invitados nos dijeron que les había encantado el sitio.