La estacion de Mogro en Miengo

Estuvimos tres veces en apenas 10 días, así que os podéis imaginar que nos gustó. El primer día comimos de menú. Fue el día que mejor comimos. El menú es un poco caro para lo que entendemos por un menú del día, pero era domingo y la calidad y abundancia de lo que comimos lo justificaba: salmorejo (muy rico) y olla ferroviaria (mundial). El bonito con tomate, fantástico. Después cenamos un par de días. La carta de raciones es un poco más corta. Las raciones son abundantes y está bueno todo: rabas, secreto de cerdo, escalivada, chipirones (enormes, buenísimos). Mención especial a las butifarras. Están muy ricas. Si añadieran a la carta algún pescado para poder echar a esa brasa (un besuguito, una corvina....), sería de 10. Hay que tener en cuenta que es "el bar del pueblo". Si buscáis cenas románticas a la luz de las velas, mejor en otro sitio. Los camareros/as son encantadores y hay que reconocerles el mérito que tienen para lidiar con algún paisano que se le va la mano con el vino. Volveremos con toda seguridad

Local muy acogedor, con mobiliario muy apropiado y entorno precioso. Comida calidad precio muy buena. La atención es extraordinaria. Me encantó. La escalivada es muy rica y las “papas” bravas de lujo.