La Escabechina en Madrid

Es tienda y también para picoteo.

Un sitio muy original. Buena carta de vermut y tapas. Algo carillo.

Espectacular. Nos atendieron fenomenal todos los chicos del local. Gracias en especial a Lucía, es una mujer y profesional fantástica. No os perdáis sus vermuts y Gildas!

Local pequeño que dispone de terraza con platos para tapear muy ricos e ideal para un vermut. Muy recomendable 🔝

Pedimos varios platos para comer y estaba todo riquísimo! Mis amigos pidieron Vermut porque nos lo habían recomendado pero yo soy más de cerveza y genial porque tienen un montón donde elegir. Los camareros son muy amables y el servicio de 10, volveremos fijo.

Una maravilla excelente y la camarera una maravilla súper amable me gusta mucho la verdad m merece la pena

Local pequeño pero con una propuesta interesante. Algunos platos de cocina, pero sobre todo conservas de calidad. Pedimos la ensaladilla (muy recomendable) y la tapa matrimonio (anchoa y boquerón). Hay posibilidad de pedir ración, media y canapé en algunos casos. Buenas opciones de vermuts (grifo y botella) y de cervezas. Tienen tienda para llevar. El servicio es muy atento y agradable.

Bar perfecto en Madrid para tomar unas cañas en la terraza en la calle, el camarero súper amable y atento, las tapas buenísimas.

La Escabechina es una joya para quienes disfrutan de una buena bebida y una excelente selección de tapas. Aquí puedes probar el vermut de grifo Zarro, ideal para los amantes del aperitivo tradicional, acompañado de una gran variedad de cervezas y vinos. El servicio es muy atento y siempre dispuesto a recomendar la bebida que mejor acompañe la ocasión; además, cuentan con opciones de cerveza sin gluten, lo cual es un detalle muy valorado para quienes tienen intolerancia. En cuanto a la comida, es difícil elegir entre los platos destacados: la ensaladilla rusa es cremosa y sabrosa, un clásico que nunca falla, mientras que el "matrimonio" (boquerón y anchoa) es el aperitivo perfecto para acompañar el vermut. La tabla de quesos y embutidos es generosa y variada, perfecta para compartir, pero el plato estrella son, sin duda, las carrilleras, tiernas y llenas de sabor, que prácticamente se deshacen en la boca. Siempre que voy, acierto con las recomendaciones y la calidad de la comida. La Escabechina es una apuesta segura para disfrutar de buen ambiente, buena bebida y, sobre todo, comida de calidad que invita a volver.

Me encanta La Escabechina. Estupendos productos, ambiente, servicio, música. No se puede pedir más.. bueno si. Que haya más sitios en Madrid como este. Déjate aconsejar por Quique, estupendo profesional y mejor persona.