La Cucina di Pulcinella en Barcelona

Encantadora anfitriona, muy atenta y la comida espectacular. Puedo dar sin problemas 5 estrellas por que los vale.

Una joya italiana auténtica Comimos pasta hecha a mano y solo puedo decir que fue impecable. Textura, sabor y presentación: inmejorables. Se nota el mimo en cada plato. Un lugar al que volver sin dudarlo si quieres probar Italia de verdad.

¡Qué gran descubrimiento! Este auténtico restaurante italiano familiar del barrio es una joya escondida. Todo lo que probamos estaba en su punto: sabores auténticos de un chef italiano. Compartimos dos platos de pasta, ambos con fideos caseros, cocinados a la perfección y llenos de sabor. De entrada, pedimos una enorme albóndiga rellena de mozzarella: ¡súper original y absolutamente deliciosa! Y el postre fue un éxito sorpresa: un tiramisú de chocolate que todavía tenemos en mente. Un servicio excelente y amable, y una comida increíble. ¡Sin duda volveremos!

Lugar sencillo y buenísimo. Muy buena relación calidad-precio.

Hicimos el menú de 15€ y todo estaba muy bueno. Buen servicio. Restaurante muy recomendable para ir.

No se lo contéis a mucha gente. Al ladito del Mercat del Guinardó hay un lugar que te transporta a la esencia napolitana. Una cocina como el mejor cine clásico, sin efectos especiales, sin invenciones, poniendo todo el amor en buscar la excelencia en platos italianos de siempre. Ves y abre todos tus sentidos y disfruta de cada matiz, desde el provolone, la pasta, el tomate, pasando por un tiramisú de perfecta ejecución y hasta el café. Un placer de dioses a nuestro alcance.

La comida muy rica y con una excelente atención. Recomendado para degustar la cocina italiana a buen precio y calidad..

Fui con mi mujer porque somos del barrio y pasamos delante del local habitualmente a horas que no está abierto. Como hoy sí estaba abierto, aunque no teníamos grandes expectativas, decidimos entrar a comer. El local es agradable, tranquilo y cuenta con un pequeño reservado al fondo con luz natural. El restaurante lo lleva una pareja, ella, catalana y él, italiano. Ella lleva el comedor y es muy, muy agradable. Él es napolitano y se ocupa de la cocina. Empezamos compartiendo unos entrantes que estaban bien buenos: provolone ahumado y una especie de albóndiga de carne con mozarella en su interior. De plato principal pedimos pasta fresca al gorgonzola y lasaña de carne. Y fue exactamente lo que nos sirvieron: pasta fresca al gorgonzola y lasaña de carne elaborados ambos con ingredientes de calidad y cocinados despacio y con amor. Y eso se notaba en su sabor y textura. Acabamos con un postre de nutella y mascarpone que quitaba el sentido, que nos recomendó la dueña. Comimos con cerveza, ya que hacía calor, aunque en la carta tenían vinos que se podían pedir por copas. En resumen, comida italiana casera, sin artificios ni tontería y muy bien cocinada. Y a un precio más que razonable. Pagamos poco más de 50€ por todo. Una gran sorpresa. Muy recomendable. Ya tardáis en ir.

La comida es muy buena, cocinero italiano. La pasta está buenísima, y ​​el postre no te deja decepcionado. Un servicio encantador y un espacio tranquilo para comer con amigos, para volver.

Muy buena pasta, que por cierto, la hacen ellos Establecimiento cómodo para acceder y buen espacio entre mesas.