La Chulilla en Santander

Muy buen precio y muy rico todo atención a 100

Segunda vez ahí que cenamos, bien el servicio, el sitio es un añadido al restaurante y hoy hacia algo de frío, la mariscada bien

Un escándalo, Tiene un arroz con marisco para repetir una y otra vez.

Todo excelente. Rabas 10, ensalada bonito escabeche 10+ , arroz negro de calamar 🦑 10, tarta de queso casera 🧀 auténtica con queso 10, tiramisú casero de café 10, zamburiñas 8. Caramero super profesional y rubio,,,🙂. Calidad precio 10. Que más se puede pedir ....

Brutal, nos recomendó la.gamba roja un espectáculo y el arroz con carabineros que nos ofreció fuera de carta..... en mi top 3. Las croquetas sabían a Leche.... no son su fuerte pero lo demás súper recomendable, las almejas también pedimos y las rabas... todo buenísimo. Sin duda volveremos.

La comida es extraordinaria. Pedimos las zamburiñas, la ensalada con bonito, las rabas con cebolla y de principal el arroz con bogavante. Todo estaba fresquisimo y muy bien elaborado. El personal muy atento y amable, con una sonrisa y muy agradables. Me hubiese encantado quedarme a comer un postre y tomarme un café pero tenía una pareja fumando en mis narices y al pedirles que me apartaran el cigarrillo me miraron mal y les duro poco y nada los "buenos modales"...una pena que una producto tan bueno termine sabiéndote a tabaco.

Comimos súper bien. Las gambas y el pulpo exquisitos. La paella de las mejores que he probado. Lo recomiendo totalmente. La atención bien aunque no tanto como nos habría gustado, nos dio la sensación de que el camarero no tenía un buen día y, la verdad, todos tenemos derecho a tener un mal día. Así que todo bien. Espero volver pronto.

Ayer siguiendo la recomendación de nuestro anfitrión cantabro, comimos en la Chulilla, restaurante ubicado en el conocido barrio pesquero de Santander. Éramos 4 personas y compartimos 3 entrantes: zamburiñas, anchoas con pimientos y chipirones a la plancha. Deliciosos sabores locales con un tamaño ajustado. De segundo machote y caldereta de bogavante para compartir. Espectacular la última y aunque dicen que es para dos personas comen 3 personas holgadamente. Todo ello regado con un delicioso albariño. Los postres son enormes. Recomendación absoluta el tiramisú y la tarta de la abuela. Sin dudarlo, repetiremos en nuestra próxima visita a la capital cantabra.

Fuimos a Santander y tras unas gestiones decidimos darnos un pequeño capricho culinario y que mejor idea que acercarnos al BARRIO PESQUERO y más concretamente a LA CHULILLA uno de nuestros locales favoritos y que NUNCA FALLA. Llegamos sin reserva (mejor reservar) era martes Septiembre y tuvimos suerte y nos dieron una mesa en la terraza descubierta a la sombra de un arbol, se estaba de maravilla. Como siempre el trato IMPECABLE, enseguida nos trajeron la carta y nos ofrecieron unas recomendaciones fuera de cartas, explicándonos cada una de ellas, pero al no ser nuestra primera visita, teníamos muy claro lo que queríamos pedir y la comida llegó pronto unas ZAMBURIÑAS EXTRAORDINARIAS tanto de sabor, como de tamaño y cocinadas en su punto RIQUÍSIMAS de las mejores que hemos probado, una fuente de mejillones de un calibre muy grande y con una salsa riquísima de la que a a base de rebañar pan, no dejamos ni gota y para terminar una fuente de chipirones encebollados, con su cebolla y pimiento pochados acompañados de patata panadera RIQUÍSIMOS, todo acompañado de una botella grande de agua y para finalizar un par de cafés cortados, fuertes y ricos como debe ser un cortado. Tanto por la EXTRAORDINARIA CALIDAD DEL PRODUCTO y de la cocina a la hora de prepararlo, como por la EXCELENTE ATENCIÓN recibida y a unos precios a mi entender contenidos, todo esto nos salió por 43€, creo que LA CHULILLA es una de las mejores opciones para degustar pescados, mariscos, raciones, extraordinarios arroces(que ya hemos probado en otras ocasiones) en Santander. RELACIÓN CALIDAD/ATENCION/TRATO excelente de 10. El restaurante típico de barrio pesquero, no muy grande, ni el local, ni las terrazas cubierta y sin cubrir (recomendable reservar) donde "el lujo" no es la decoración, si no la comida y el trato

Siempre dedicamos un dia a comer o cenar en el barrio pesquero, este año tocaba otro local pero no pudo ser y finalmente encontramos disponibilidad en este, si que es verdad que llamamos 1h antes y nos atendieron muy bien y nos dieron las opciones de terraza descubierta y comedor, al final cenamos en la terraza cubierta. Zamburiñas, correctas y calidad precio bien, aunque la salsa dejaba un regusto avinagrado. Los mejillones normales y calidad precio bien. La gamba roja listada, muy buen ounto de plancha y sabrosas, calidad precio, bien. Las almejas marinera, buenas, lo que pasa es que la salsa tenia grumos de harina, pero bueno es un detalle. El pulpo bueno y con buena cocción pero si que es verdad que el puré de patata no estaba nada acertado. Y por último las croquetas de jamon iberico, aquí si que tengo que decir que hace mucho tiempo que no probaba unas tan decepcionantes, tres o cuatro trocitos de jamón y muchísimo sabos a la bechamel. La calidad del servicio de 10.