La Charca en Madrid

Llegamos de casualidad y fue una muy buena experiencia. La fabada está estupenda, gran sazón y espesura perfecta ten cuidado porque es para dos personas; el cochopo es extraordinario no por algo han ganado premios. El Risoto con hongos también es una muy buena opción. Buena selección de vinos. Quizá con lo único que quedaron a deber fue con los postres que aunque ricos no estaban a la altura de lo demás. La atención es soberbia y muy buena atmósfera.

La comida espectacular. Fabada, cachopo de cecina y las alcachofas con rabo de toro aciertazo.

Ni fui ni fa. Los platos que pedimos no estaban mal, pero me parece de muy mal gusto que nos cobraran 4 euros por dos rodajas de pan y un aperitivo de chorizo que no habíamos pedido...

Comida extraordinaria, el cachopo lo esperado “buenísimo “ el queso, jamón y zamburiñas riquísimos.

He estado 2 veces en el restaurante y repetiré en futuros viajes a Madrid. Comida muy buena, exquisita. Ambiente agradable. 100% recomendable

Soy brasileño y fui a este restaurante en enero. Comí un cachopo, que fue el mejor filete que he probado en mi vida. Volví a Madrid el 24 de agosto y lo volví a comer; estaba perfecto. El ambiente es muy agradable y el personal muy atento. Sin duda, será una parada obligatoria cuando vuelva a Madrid... 1000 puntos.

Hemos ido cuatro personas, tres hemos pedido menú y la cuarta ha tomado un plato de la carta. Todo estaba muy rico. En cuanto al servicio, es excelente, diría, incluso, inmejorable. Totalmente recomendable

Todo riquísimo y el servicio excelente, Julio fue el camarero que nos atendió. Los torreznos una locura de sabor y el cachopo estaba bien, creo que el de cecina sería más sabroso que el de jamón (que fue el que pedimos) . El arroz con leche es una locura. Lo único que si podrían añadir en la carta es queso roquefort de untar para el pan.

Vinimos como recomendación de nuestro hotel y no nos decepcionó. La comida era genial y nuestro camarero Alfonso hizo sugerencias y recomendaciones increíbles. También nos ofreció una variedad de alimentos y bebidas complementarias para probar y probar. El restaurante en sí era elegante y tenía un gran ambiente. Gran hallazgo y lo recomendaría encantado a los visitantes. Muchas gracias Alfonso por tu Recibimiento y por tu generosidad.

Dos turnos: a las 13.00 y a las 15.00 horas. Menú del día por 18 euros con tres opciones en cada plato. Todo lo que comimos, buenísimo: pote asturiano, salmón, bistec de ternera. También se ofrece postre con 3 opciones, entre ellas fruta. El servicio es eficiente y rápido, casi demasiado porque se llevan los platos cuando aún se le está dando el último bocado a la comida. La imagen del restaurante no responde exactamente a la realidad, digamos que aumenta la sensación de amplitud, ya que lo cierto es que las mesas están muy juntas entre sí, y todo lo positivo de los platos queda deslucido por la estrechez del local y el tremendo ruido que ésta produce. Resulta agobiante y ensordecedor; es difícil hacerse entender. Tengo entendido que por un precio no excesivamente costoso existe la posibilidad de aislar los locales de manera que los comensales puedan mantener una conversación sin tener que gritar para hacerse oír por encima de las voces de las otras mesas.