La Casa Del Guarda Monte Valonsadero en Soria

Estaba todo buenísimo, nos lo sirvieron super rápido y el lugar es inmejorable. Repetiremos sin duda

Está ubicado en el monte de Valonsasero, en plena naturaleza, hay pinturas rupestres. Precios asequibles

Bien la calidad aunque en poco tiempo ha reducido mucho las cantidades y subido el precio respecto de la pagina web. El sitio es precioso y muy cómodo para ir con niños

Muy agradable Una zona de recreo para niños muy amplia La comida muy buena

Paramos por casualidad para comer justo antes de llegar a Soria desde Burgos, y fue un acierto. El sitio es bonito...al aire libre y en la naturaleza. Perfecto si vas con niños, por la cantidad de espacio que hay fuera, además de tener espacio hechos para ellos. Ideal para pasar el día o la mañana y comer allí... Son de esos sitios, que te gustaría que abundaran más... Las opciones de comida no son muchas, carta sencilla...pero todo correcto.

La comida como todo, gusta más o gusta menos, pero en general.muy bien. La hamburguesa es top! Y los baos (chaparritos), buenísimos! Los críos entretindos en la explanada y el ambiente muy bueno.

Increíble comida, calidad precio excepcional, rápido servicio y terraza con encanto, mucho verde y arboleda. Repetiremos!!!!

Bien pero deben seguir mejorando.

Ubicado en un paraje natural de ensueño, en pleno monte de Valonsadero, este restaurante ofrece una experiencia gastronómica con un entorno difícil de igualar. El ambiente es, sin duda, uno de sus grandes puntos fuertes: comer rodeado de naturaleza, con una temperatura ideal en la terraza, convierte cualquier comida en un momento de desconexión y placer. La terraza es amplia y muy agradable, perfecta para una comida tranquila al aire libre. En cuanto al servicio, se percibieron algunas carencias. En varias ocasiones —cuatro, para ser exactos— nos ofrecieron bebidas y platos destinados a otras mesas, lo que dio una sensación de desorganización. Además, las bebidas tardaron bastante en llegar, cuando normalmente se sirven antes de presentar los platos y las pusieron en la mesa incluso después de que nos sirvieran la ensalada de ventresca. Por suerte, esta estaba en su punto: fresca, bien aliñada y con buena materia prima. El chuletón, anunciado como plato estrella, llegó en una presentación impecable sobre un plato extremadamente caliente, detalle que se agradece. Sin embargo, la calidad de la carne no estuvo a la altura de las expectativas, quedando algo por debajo de lo prometido. Para cerrar, el postre mix fue una grata sorpresa: sabroso, variado y con una presentación cuidada. En resumen, una experiencia agradable gracias al entorno privilegiado y a algunos platos destacados, aunque con margen de mejora en la atención al cliente y en la calidad de su plato estrella. Ideal para quienes buscan desconectar y comer en plena naturaleza.

Personal muy bien, pero un robo que sin pedir pan te pongan ellos y te cobren 2€…. Un poco carete, pero lo del pan es para decir algo.