La Casa Del Guarda Monte Valonsadero en Soria

Celíaca por España!!!! Si se puede viajar y comer por España y en un rinconcico como éste es imprescindible la visita

Comida muy buena y a un precio razonable. El personal es muy atento y amable.

Tuvimos una experiencia muy agradable en este restaurante, rodeado de un paisaje maravilloso, todo verde, lleno de naturaleza y tranquilidad. El lugar es realmente bonito, ideal para relajarse y disfrutar de una buena comida al aire libre o en un entorno acogedor. Uno de los grandes aciertos es que está totalmente adaptado para personas celíacas. Tienen opciones sin gluten muy bien pensadas, incluyendo pan y cerveza sin gluten, lo cual se agradece muchísimo. La comida en general fue excelente: sabrosa, bien presentada y con opciones seguras y variadas para quienes deben evitar el gluten. Como punto a mejorar, el pan sin gluten que ofrecen estaba un poco duro, probablemente le faltó un poco más de horno para que quedara perfecto. Y la atención, si bien amable, fue algo lenta —aunque entendible considerando el ritmo relajado del lugar. En resumen, es un sitio muy recomendable si buscas buena comida, un entorno natural espectacular y un espacio inclusivo para celíacos. ¡Volveremos sin duda!

Buen sitio, nos atendieron bien los camareros. Comimos ensalada ilustrada, queso, torreznos, chuletas y costillas. Llevamos viniendo mucho años y siempre ha estado bien aunque las cosas evolucionan y cambian.

Una pena que dejen meter perros al comedor Mi experiencia es de 5 perros en el comedor no dejando de ladrarse entre ellos

Comida exquisita económica y abundante volvería sin dudar y el trato de 10

Sitio genial, si costilla y chorizo espectaculares, muy bien trato, bien ambiente y comida bien rica

En plena naturaleza soriana, donde el aire huele a encina y a recuerdos felices, descubrimos este rincón con alma: La Casa del Guarda. Rodeado de montes y silencio, el restaurante se levanta como un refugio cálido donde el tiempo se detiene y el apetito se despierta. Pedimos “un completo”… y lo que llegó a la mesa fue pura gloria bendita. Pan crujiente, torreznos de aperitivo que hablaban en idioma soriano auténtico, huevos como los de antes , lomo , chorizo y patatas que sabían a campo, a lumbre y a casa. Todo servido con una sonrisa y sin prisas, como debe ser cuando uno se sienta a disfrutar de verdad. Entre bocado y bocado, mirábamos el paisaje y sentíamos que estábamos exactamente donde queríamos estar. A veces, la felicidad cabe en un plato sencillo, en una conversación sin móvil, en una sobremesa que se alarga con gusto. Un lugar para volver. Y volver. Y volver. Gracias por tanta autenticidad, Casa del Guarda. Nos llevamos más que un recuerdo: nos llevamos una emoción.

Está en un lugar precioso,para relajarte.Valonsadero

Personal muy bien, pero un robo que sin pedir pan te pongan ellos y te cobren 2€…. Un poco carete, pero lo del pan es para decir algo.