La Buena Vida en Madrid

Comida de amigas. Excelente todo lo que pedimos. Comida de muy buena calidad y servicio impecable a pesar que estaba lleno. Yael el camarero súper atento. Recomendable

Todas las veces que ido he tenido la sensación de estar en unos de esos sitios privilegiados y exclusivos de Madrid donde poder disfrutar de la comida y un producto máxima calidad, a la par que te relajas en un ambiente romántico, clandestino y elegante.

Delicioso realmente delicioso. Qué más puedo decir... un poco más caro que el promedio del barrio pero vale la diferencia. Calamares en tinta. Salmonete con salsa bullabesa. Croquetas para morirse. Mejillones con salsa de curry de anís y albahaca...

Este restaurante es un lugar pequeño y familiar. Decoración sencilla pero cálida y acogedora. El menú era limitado (lo cual es una buena señal para mí) y constaba de varios entrantes, platos de pescado y carne. La comida se cocina con productos de temporada. Pedí un plato de judías verdes, un pato salvaje (ánade real) y una tarta de queso. El plato de judías verdes era ligero y sabroso. Se prepara como una sopa, se combina con patatas y crujientes hojuelas de jamón encima. El ánade real y el puré de patatas eran de primera categoría. La pechuga y las alas se cocinaron por separado con técnicas distintas. La tarta de queso también estaba deliciosa, la textura cremosa era perfecta, en general bien equilibrada, no demasiado dulce, pero definitivamente se puede saborear el queso. En general fue una experiencia agradable.

Cena maravillosa con producto de máxima calidad. El chef tiene un fuera de carta espectacular. Un lujazo para repetir y recomendar.

Situado en una céntrica calle de Madrid, local pequeño con pocas mesas y espacio suficiente entre las mismas. Montaje de mesa con impecable manteleria blanca, preciosa vajilla y muy buenas copas. Personal amable, eficiente, profesional, perfecto conocedor de lo que se cuece en la cocina. La cocina del chef Carlos Torres está basada en productos de primera calidad elaborados con salsas y puntos de cocción perfectos, en esta comida nada sobra.......delicioso.... Carta de vinos completa con muchas referencias y cuenta con el certero asesoramiento de Elisa. En resumen un restaurante de producto imprescindible en Madrid

Comida riquísima con una carta muy cuidada y fueras de carta muy especiales. De aperitivo un combinado de aceituna negra, tomate.. pan de cristal casero. Y la bodega excelente. El ambiente es íntimo y coquetón. Volvemos seguro!

La buena vida es un obligatorio de Madrid por los siguientes motivos. 1.Ambiente íntimo y acogedor, donde cada detalle está medido a la perfección 2. Sencillas elaboraciones perfectamente ejecutadas mediante un increible respeto por el producto de temporada 3. Carta de vino repleta de referencias, tanto nacionales como internacionales 4. Equipo con una gran calidad humana en el que priman la humildad, la cercanía y los valores

Rapidos y comida excelente, menus caseros

Es un buen restaurante pero le queda mucho camino por recorrer. Lo mejor fueron los champiñones y la carne.