La Bottega de Michele en Palma de Mallorca

Muy buena comida y buen servicio.

Deliciosos raviolis con trufa en un agradable paseo marítimo

El primer restaurante que se abrió en la calle fábrica después de su peatonalización. Llevado por una familia italiana de larguísima tradición hostelera que, pese a encontrarse en una de las zonas que más ha sufrido la gentrificación y la expulsión de las vecinas de Santa Catalina, desde el primer momento ha mantenido una actitud cercana, vecinal y respetuosa con las personas (la mayoría gente mayor) que permanece en sus hogares ubicadas en esta calle. Esto hace que la actitud de los propietarios (que trabajan en cocina y en las mesas) se haya trasladado a la cultura de las otras personas que trabajan en ella. Cordialidad, profesionalidad y proximidad mediterránea. Se puede ser uno de los motivos que en este restaurante se puedan escuchar muchos más mallorquines almorzando que en los otros cuatro restaurantes que encontramos en esta calle. Los platos son exquisitos, cocina moderna mediterránea de tradición italiana. Ubicado en una esquina que antes había sido un colmado, es, hoy en día, de los pocos lugares que las vecinas pueden disfrutar en una calle que se encuentra totalmente captada por el turismo de consumo, el encarecimiento de los alquileres y el consecuente abandono de la vida de calle que había formado parte de la identidad del barrio de Santa Catalina.

Probamos el Linguini Fruta di Mare y, si bien los ingredientes eran frescos, el plato carecía de un toque distintivo; Se sentía como comida sin alma. El servicio femenino fue agradable, pero el servicio masculino dejó mucho que desear. En general, la comida pareció un poco cara considerando la falta de pasión en su preparación, que es algo que realmente se puede saborear. Quizás la experiencia sería mejor en otro día que no sea domingo.

Delicioso. Siempre saldrás habiendo disfrutado de una rica comida italiana y de una agradable atención 😋

Fue una buena experiencia con un buen servicio y comida deliciosa.

Me encantó todo ,atención ambiente y la comida

En Cala d’Or muchos restaurantes pertenecen a una cadena. Desafortunadamente, la calidad disminuye de año en año. Se puede comer mejor y más barato en Mallorca.

He estado allí varias veces y sólo puedo recomendarlo calurosamente. La comida es siempre fresca y muy sabrosa. El servicio es más que bueno.

No sé qué me gusta más, si la comida o el trato del personal. Son un cinco estrellas, el producto es excelente , sin duda un sitio que voy a repetir mil veces !!