La Bodeguilla de Santa Marta en Santiago de Compostela

La Bodeguilla de Santa Marta, en avenida da Liberdade, destaca por su ambiente moderno y elegante, con una decoración sencilla que crea una atmósfera muy acogedora Al entrar sientes que estás en un sitio de confianza, ideal tanto para una cena entre amigos como una oportunidad para saborear lo mejor de la cocina gallega. Los pinchos y tapas son deliciosos: platos como gambas con tixolas y algas han conquistado a muchos visitantes, y las raciones suelen ser generosas y bien preparadas Además, cuentan con una de las cartas de vinos más variadas de la zona, perfecta para maridar o descubrir nuevas referencias El servicio es otra gran fortaleza. Según reseñas recientes, el personal es muy amable, atento y servicial; te ayudan a elegir el mejor vino o tapa, y nunca te sientes presionado por el ritmo, sino acompañado en una experiencia relajada y agradable Se agradece igualmente que esté un poco alejado del centro más turístico, lo que lo convierte en un descubrimiento local con buena calidad y sin agobios

Que bien cocináis, lo recomiendo sin dudarlo. El personal de sala es de los que da gusto su trato, decoración muy cuidada y gran variedad en bebidas. Zona azul para aparcar.

Restaurante de alta calidad. Muy buena atención y comida excelente.

Un lugar estupendo para quedar con amigos a tomar algo y picar alguna cosa. Todo rico.

Un descubrimiento y un acierto total. Todo aquí está buenísimo

Comida excelente, gente estupenda y ambiente estupendo. ¡Vale la pena el viaje!

Camareros muy atentos, Noel en especial, muy contentas

Un restaurante increíble en la zona nueva de Santiago, donde un amigo local me llevó a almorzar. La ubicación era perfecta, a solo unos pasos de su casa. La ensalada de camarones estaba deliciosa y el pulpo estaba muy bueno. El servicio fue rápido y excelente. Las porciones eran generosas para dos personas. El precio definitivamente valió la pena.

Buscando un lugar para comer cerca del hotel, encontré esta maravilla. Todo lo que hemos comido estaba delicioso, pero delicioso de verdad. Si a eso le sumamos un muy buen precio y la atención maravillosa de Noel, pues entonces no le falta nada.

Nos sentaron frente a la cocina, nos atendió una chica súper amable y atenta y la comida estaba buenísima, volveremos sin dudarlo