L & Ele en Tudela

Fui solo a cenar y les pedí cenar en la barra.Si la comida fue excelente, lo que más me gustó fue el trato personal y profesional que me ofrecieron los camareros. Todo exquisito y cuidan cada detalle. Ojalá pueda volver con mi familia y poder probar más de sus especialidades. Una gran experiencia.

Muy buen sitio para comer en Tudela!!!

Sin palabras, un lugar encantador a la vez que acogedor, decorado de una manera magistral para concederte una velada gastronomíca sin igual en Tudela. El cariño y pasión que pone la chef del restaurante es inigualable, el servicio y atención de sus camareros es brutal y la atención de su anfitriona Laura no tiene igual. Si quieres disfrutar de una buena gastronomía fusión entre Andalucía y Navarra tienes que visitar este restaurante.

Producto de alta calidad y un personal muy profesional. Local de reducido tamaño, aunque bien optimizado.

Restaurante con una carta nada convencional, todo muy bien elaborado y bien presentado. El servicio muy atento y simpático.

Comida exquisita y excelente servicio. Cuando las cosas se hacen con pasión y cariño salen así de bien. 100% recomendable!

La excelencia por definición, calidad en los productos, en la técnica, en el servicio, recomiendo 100%, ineludible al parar en Tudela.

Fuimos de casualidad y fue toda una sorpresa, muy buena comida y un servicio eficiente, atento y muy agradable….un pequeño fallo, el cuchillo para el solomillo mejor sin sierra, algo tan tierno era difícil de cortar.

De los mejores restaurantes de Tudela. Calidad en la materia prima, preparación refinada y servicio muy atento. Todo ello en un lugar con encanto. Repetiremos.

De paso por Tudela elegimos este restaurante por las opiniones positivas que tenía, y no nos ha defraudado, nos ha encantado y sorprendido. Hace tiempo que no disfrutábamos tanto de algunos platos y que nos sorprendieran su combinación de sabores y presentación. El lugar es pequeño, pero acogedor. El servicio excelente, todos los camareros muy profesionales, atentos y serviciales. Nos han aconsejado muy bien en todos los platos. Y la comida un espectáculo de calidad, de buena ejecución y de combinaciones impensables para nosotros como los torreznos con guacamole, entre otros. El postre, sopa de chocolate blanco y vainilla con bizcocho sin harina y pistachos y helado de mango, un placer de los sentidos. Así se lo transmitimos al personal y a la chef, felicitándolos por la experiencia gastronómica. ¿El precio? Lo que vale tener en la mesa productos de primera con excelentes elaboraciones, bien presentado y bien servido, en un espacio encantador. Volveremos cada vez que pasemos por Tudela y lo aconsejamos al 100 X100.