Kozara en Barcelona

Para una ocasión especial, se necesitan ubicaciones especiales. La vista desde el piso 23 no tiene precio. Servicio superior. Excelente comida.

El lugar es bonito. Nos alojamos en el hotel, así que decidimos cenar en el restaurante. El servicio fue bueno. Pedimos el jurel con jalapeño, que nos gustó mucho. El aguacate tempura no estaba muy bueno, la salsa que lo acompañaba era como una salsa de soja deslavada; los camarones de roca, remojados en aceite, eran horribles, ni siquiera pude terminarlos; los tacos de salmón, un poco dulces pero buenos; y el bacalao miso, que estaba bueno, solo un poco aceitoso, y los pimientos. Pedimos la cuenta y nos dieron la de otra persona, que era el doble de cara que la nuestra; tuvimos que hacerle señas al camarero para que nos diera la cuenta correcta. Mi marido pidió una Paloma y estaba decente.

Todo lo que hay en el menú degustación de Omakase es muy sabroso. Tarta de queso muy sabrosa y me gustó el postre Miso Cappuccino.

Establecimiento espectacular con detalles cuidados y marcas personales, vistas panorámicas de Barcelona o a los chefs, según preferencia. Comida bien presentada con mucho sabor destacando su calidad, varias opciones adaptadas a necesidades alimentarias, personal atento y respetuoso. Ambiente algo bullicioso, quizá fue algo puntual. Volvería sin duda.

Lindo restaurante con linda vista el servicio es regular pero en general todo esta bien

Comida y ambiente encantadores y el mejor camarero de todos los tiempos. Jose Luis estuvo atento a todas nuestras necesidades, y además muy amable. ¡Bravo!

¡Excelente ambiente y comida deliciosa! Probablemente uno de los mejores.

Impresionante vista de Barcelona que crea un ambiente increíble. Sin embargo, la calidad de la comida es buena, no tiene mucho sabor y las porciones son pequeñas.

Las expectativas eran muy altas para esta velada, pero lamentablemente fue una decepción. Cuando se trata de sabor y calidad de la comida japonesa, recomendaría "takenori mito daruma", que es mucho mejor y más justo en cuanto a premios. Gastarte 380 euros por 2 personas, botella de sake, entrantes para compartir y 2 platos principales es un precio elevado para la experiencia. En primer lugar, cuando pides la comida debe llegar al mismo tiempo, no debería necesitar preguntar dónde está mi comida. En segundo lugar, cuando ya mencioné que para la comida le gusta comerla con sake y necesita volver a pedirla, y llega cuando termina, es otra decepción. En un mundo con tantas otras opciones de lujo, celebrar una ocasión especial no debería limitarse a un plato de chocolate negro como “toque especial”….. Vaya allí para disfrutar de la vista, es realmente hermoso, pero no espere nada en cuanto a servicio o comida.

Fuimos a cenar. Las ostras estaban buenísimas, el tartar de toro con caviar muy bien aunque sorprendía menos, la lubina estaba muy buena en los dos platos que pedimos y lo mejor para mí fue el bacalao negro. Los sushi makis estaban bien. Los sliders de Wagyu espectaculares. El postre es lo que menos sorprende, al igual que los cocktails. Nastia, fue super simpática y nos contaba la historia de Nobu mientras nos introducía los platos. Hizo la noche más divertida y familiar.